Nunca estamos solos

Nunca estamos solos

Aún cuando sintamos que todo es difícil y de que a veces estamos solos-tal vez, si miramos hacia arriba o hacia abajo veremos que hay alguien que nos lleva en sus brazos.

En nuestra juventud todos nos hemos encontrado con la historia de la persona que mira su vida retroactivamente, y a veces ve un par de huellas, y en otras ocasiones, dos pares de huellas. La persona se  dirige a Dios y pregunta: “Dios, me has dicho que estarás conmigo a lo largo de todo el camino, pero he notado que en los períodos más difíciles de mi vida, hay un solo par de huellas. No comprendo, por qué, en los momentos más difíciles en los que tanto te necesitaba, me abandonaste”.

Le responde Dios: “Hijo mío, te amo y nunca te abandonaré. En esas épocas en las cuales tanto sufriste, cuando veías un solo par de huellas, esas, no eran tus huellas, eran las mías mientras te cargaba sobre mis hombros”. Y así dice el Midrash:

“Se desplazó el Emisario de Elohim” (Shemot, capítulo 14, versículo 19)

¿A qué se asemeja esto? A aquel que avanzaba por el camino junto a su hijo, y lo ubicó adelante.

Se cruzaron con un grupo de bandidos y colocó a su hijo detrás de él para protegerlo.

Apareció el lobo que atacó por detrás y volvió a ubicar a su hijo adelante.

Llegaron los bandidos por delante y los lobos por atrás, y tomó a su hijo en sus brazos.

El hijo comenzó a sufrir por el calor, y el padre lo cubrió con su vestimenta. Sintió hambre-y le dio de comer. Sintió sed-y le dio de beber.

Así hizo Dios, tal como está escrito: “Yo enseñé a andar a Efraim, tomándole de sus brazos: mas ellos no reconocieron que Yo los cuidaba” (Hoshea, capítulo 11, versículo 3) (Mejilta deRabi Ishmael Masejta deVaiehi, sección 4).

El hijo, a lo largo de todo el proceso, se muestra totalmente pasivo. Camina y es llevado en brazos-atrás y adelante, arriba y abajo-solicitando esto y aquello. Pero él no toma la iniciativa ni hace nada. ¿Acaso es ésta la imagen del que lo observa desde afuera?

Aun cuando a veces nos parece que todo es difícil y que a veces estamos solos, ¿por qué no  mirar hacia arriba o hacia abajo y darnos cuenta de que estamos en las manos de alguien?


Cortesía sitio 929

 

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