El rey Shlomó construyó “Bamot”, “Sitios Altos” (Instalaciones en la cima de una montaña con elementos paganos) para numerosos dioses. ¿Cómo llegó a eso? ¿Acaso no era el más sabio entre las personas y sabia que es Dios quien lo dotó de sabiduría y que no hay otro como Él? Aparentemente, los hechos se relacionan con sus inicios cuando elevaba ofrendas en los sitios altos.
Tras las maravillosas descripciones de la sabiduría de Shlomó conocida en todo el mundo y las descripciones de las imponentes construcciones y la gran riqueza que había en su reino, el profeta se apresta a describir a las mujeres de Shlomó. Shlomó es descrito como aquel que ama a mujeres no judías de los pueblos que Dios prohibió juntarse con ellos, hasta el punto que es arrastrado al servicio de otros dioses. Shlomó construye “Bamot” para los ídolos de sus mujeres e incluso eleva sacrificios en ellos, en oposición al imperativo Divino de no adorar a otros dioses. ¿Cómo llegó Shlomó a tan bajo nivel? ¿Acaso no era el más sabio entre todas las personas? ¿Cómo es que actuó contrariamente a su sabiduría y se inclinó hacia otros dioses? ¿Cómo osó desilusionar a Dios que le prometió grandes cosas en la medida que haya de preservar la senda de Dios?
El profeta explica que, precisamente es la sabiduría la que le provocó la caída en la red del pecado. Era demasiado sabio e inteligente y no presto atención a las advertencies de Dios para que no tenga muchas mujeres, plata y caballos. Esta enorme riqueza y sus mujeres son los que inclinaron su corazón a seguir a otros dioses en contraste con su voluntad real. Al igual que Shimshón, que amaba a Dalila, hasta el punto que ella lo llevó a actuar en contra de su voluntad y le permitió cortar su cabello.
Sin embargo, se puede señalar también un hecho adicional relacionado con el asunto, desde su juventud. En el capítulo 3 Shlomó es descrito como aquel que ama a Dios y continúa las leyes de su padre David, no obstante, eleva sacrificios en las “Bamot”, en los “sitios altos” (Capítulo 3, versículo 3). Ya entonces, tenía una gran atracción hacia la espiritualidad, de un modo libre. Le resultaba difícil aceptar un servicio espiritual limitado a un sitio, aspiraba a potenciarlo y ampliarlo mucho más. Quizás, este deseo y esta capacidad representaron también la infraestructura del desvío en la continuidad de su vida, ampliando el servicio espiritual también a otros dioses.