El liderazgo de Moshé fue “controvertido”, y las crisis de confianza, asomaron una y otra vez. Ahora se requiere un nuevo liderazgo que conduzca al pueblo hacia la conquista de la tierra y su posesión, sin rebeliones ni crisis.
La brillante maniobra de flanco (Táctica militar ofensiva, también llamada ataque envolvente, cuyo objetivo es eludir las alas de las posiciones enemigas, atacando los flancos o la parte trasera) hacia la parte oriental del Iardén (Jordán), y la deslumbrante definición de la batalla contra los reinos de Sijón y de Og, transformaron al pueblo de Israel de un pueblo errante en el desierto a un pueblo combativo que concreta la herencia de la tierra, y que tiene en su poder una parte importante de “la tierra” que le fuera prometida a Abraham. Este es el logro estratégico más importante de Moshé, y ya no puede decirse que Moshé no ingresó a la tierra-por el contrario, él conquistó y tomó “la tierra…desde el arroyo Arnón hasta el monte Jermón” (Versículo 8). En ese momento, él le suplicó a Dios, a fin de que redujera su castigo, y le permitiera atravesar el Iardén “y vea la tierra buena” (Versículo 25), es decir, la “tierra nuclear de los patriarcas”.
El ruego de Moshé sonaba muy justificado. Pero de todas sus plegarias, sólo ésta fue enérgicamente rechazada.-“Basta, no sigas hablándome de esta cosa; asciende a la cima de Pisgáh…” (Versículos 26-27). Toda plegaria que él elevó en favor del pueblo de Israel, Dios lo escuchó; en la única oportunidad en que él elevó una plegaria para su beneficio, se topó con un muro sellado.
En dos ocasiones, Moshé le endilgó la culpa al pueblo-“También contra mí se enojó Adonai, por culpa de ustedes, diciendo: Tú también no habrás de venir ahí” (Capítulo 1, versículo 37) “Pero se enfureció Adonai conmigo por causa vuestra y no me escuchó…” (Capítulo 3, versículo 26)
El liderazgo del pueblo de Israel a cargo de Moshé fue “controvertido” en el seno de los hijos de Israel, como Moshé lo vio por anticipado en el evento de la zarza ardiente (Shemot capítulo 4), y efectivamente, las crisis de confianza estallaron una y otra vez. En todas las guerras de Iehoshúa Bin Nun por la posesión de la “tierra nuclear de los patriarcas” al oeste del Iardén, no hemos escuchado acerca de una rebelión contra su liderazgo-precisamente la imponente figura de Moshé, con sus enormes demandas (la Torá y no solamente la tierra) provocó estremecimientos, que no sucedieron durante la gestión de Iehoshúa-“por causa vuestra”-en pos de la unidad del pueblo de Israel en la conquista de la tierra y su posesión, sin rebeliones ni crisis.
Gentileza del sitio 929