“Aunque grito y pido auxilio, Él cierra (las puertas del cielo) a mi plegaria” (Eijá, capítulo 3, versículo 8)
Talmud Bavlí, Babilonico, Tratado Brajot 32b
Y dijo Rabí Elazar: desde el día en que el Beit Hamikdash, el Gran Templo, fue destruido, se han cerrado las puertas de la plegaria
Como es mencionado en Eijá, capítulo 3, versículo 8: “Aunque grito y pido auxilio, Él cierra (las puertas del cielo) a mi plegaria”
Y a pesar de que las puertas de la plegaria se han cerrado, las puertas de las lágrimas no se cerraron,
Como es mencionado en Tehilim, Salmos, capítulo 39, versículo 13: “¡Oye mi oración, oh Señor. y escucha mi clamor! No permanezcas insensible a mis lágrimas”