1 "Y extendió Moisés su mano sobre el mar y el Eterno hizo soplar un fuerte viento solano toda la noche que puso el mar en seco, siendo divididas las aguas. Y entraron los hijos de Israel en el mar en seco, y las aguas fueron para ellos como muros a la derecha y a la izquierda. Y los persiguieron los Egipcios y entraron tras ellos en el mar los caballos del Faraón, sus carros y sus jinetes. Y al despuntar el alba se dirigió el Eterno, entre la columna de fuego y nube, al campamento de los Egipcios sembrando el desconcierto entre ellos... Entonces se dijeron los Egipcios: “huyamos de ante Israel, ya que el Eterno pelea por ellos contra Egipto. "
(Exodo 14, 21-25)
Pregunta: ¿Cómo se atrevieron los Egipcios a perseguir al pueblo de Israel entrando al mar tras ellos?, ¿Acaso no es suficiente el ver las aguas partirse frente al pueblo como para temer siquiera acercarse al mar? Y más aún después de haber presenciado todas las plagas en Egipto donde ninguno de Israel fue afectado...
Respuesta:
Esta escena histórica impresionante, la cual ha aparecido en tantas películas, nos ha mostrado un cuadro diferente de la realidad. Efectivamente, sería ilógico que los Egipcios viendo el mar partirse y el pueblo de Israel pasar por en medio, ellos los perseguirían hasta adentro como corriendo hacia su propia tumba.
Abarbanel nos aclara toda esta situación algo diferente a lo que nos hemos imaginado:
Recordando un poco lo que pasó antes de ésto, los Egipcios alcanzaron al pueblo de Israel dejándolos sin salida, de un lado el mar y del otro sus perseguidores. Antes de partirse el mar, el texto menciona que la columna de humo (la que guiaba al pueblo de Israel) se cambia de lugar y se sitúa entre el campamento de Israel y los Egipcios “y no se acercaron los unos a los otros toda la noche” (ibid 12,20).
En el mismo versículo citado dice que esta nube, además de servir de separación entre los dos campamentos, cumplía dos funciones: por un lado alumbraba el campamento del pueblo de Israel y por el otro provocó una gran oscuridad en el campamento de los Egipcios. Esto es, como una enorme muralla que alumbraba sólo para un lado.
Los Egipcios sabían que del otro lado de esa neblina se encontraba el pueblo de Israel y prefirieron esperar, seguramente al despuntar el alba podrían ver el camino y así atacarlos en la mañana, de cualquier manera sus víctimas no tenían salida.
Aunque no lo creamos, la partición del mar se dio en esa misma noche y también el pueblo de Israel comenzó a cruzar desde antes de la madrugada (ver versículos 21 y 22). Ahora bien, como se había aclarado anteriormente, los Egipcios no podían ver nada de lo que pasaba del otro lado de la nube; lo único que pudieron darse cuenta es de que esta columna comenzó a moverse hacia delante (ya que Israel estaba entrando al mar). Ellos optaron entonces por seguir a la nube, de seguro, pensaron que esta neblina se estaba disipando y pronto podrían ver del otro lado.
Así entonces, mientras el pueblo de Israel iba avanzando dentro del mar y maravillándose de ese espectáculo teniendo las aguas como murallas a los lados, los Egipcios iban entrando al mar sin siquiera darse cuenta, lo único que percibían es que la neblina se movía y ellos iban tras ella. Lo primero que empezaron a sentir es cómo sus carretas se atascaban en el lodo (vers. 25). No fue sino hasta la mañana que se percataron dónde realmente estaban metidos y exclamaron “ ¡ huyamos de ante Israel.!!..”. Desgraciadamente para ellos, ya no había marcha atrás. El final de la historia, ya lo conocemos.
Ojalá que esta versión de los hechos “corregida y aumentada” sirva para actualizar nuestra película mental de este gran suceso y así transmitirlo en forma fidedigna a nuestros hijos.