Protección a los constructores de la muralla

Protección a los constructores de la muralla

El capítulo 4 describe las normas de seguridad aplicadas por Nejemiá, y sus modificaciones y desarrollo a lo largo del tiempo, acorde a la necesidad.

Nejemiá llegó a la tierra de Israel a fin de construir las murallas de Ierushalaim, pero se topa con enemigos que envidiaban su éxito y querían luchar contra él, y por consiguiente, se vio forzado a cambiar los planes y disponer normas de seguridad y protección.

El primer secreto era: “Y le rezaremos a nuestro Dios”; y paralelamente “y para defendernos montamos guardia contra ellos de día y de noche” (versículo 3). Es decir: parte de los constructores se hallaban sobre las murallas y montaban guardia día y noche.

Pero dicha disposición no se mantuvo por mucho tiempo: “Pero se decía en Iehudá: “Desfallecen las fuerzas de los cargadores” (versículo 4)-los cargadores, que deben sacar el polvo de los alrededores de la muralla y traer los materiales de construcción, se cansaron por las guardias y ya no pueden trabajar rápido como antes. Además, los guardianes apostados sobre las murallas, ven solamente la zona de la muralla, pero los cargadores (que van y vienen) no están suficientemente protegidos: “Y nuestros enemigos decían: No se darán cuenta, ni nos verán hasta que ya estemos en medio de ellos (de los cargadores)  y entonces los matemos y así haremos cesar la obra” (versículo 5). A continuación, leemos: “Y sucedió que cuando los judíos que habitaban cerca de ellos” (versículo 6)-se presentaron ante Nejemiá, judíos que viven entre los no judíos,  y le dijeron repetidas veces “vuelvan a nosotros”-vuelvan a vivir con nosotros, entre los no judíos, ya que en Ierushalaim es muy peligroso. Debido a que los judíos de todos los sitios dijeron lo mismo muchas veces-Nejemiá concluyó que los enemigos están conspirando, en esta oportunidad, de un modo particular, y decidió frenar la construcción provisionalmente y movilizar a todos para la guerra: ante todo-“entonces aposté hombres en las partes más bajas del lugar, detrás de la muralla y en los sitios descubiertos” (versículo 7): Nejemiá colocó guardianes , no solamente sobre las murallas, sino también en su parte inferior, en la parte externa de la muralla, entre las rocas (los sitios inhóspitos), a fin de impedirles a los enemigos que se aproximaran a la muralla. Además, “aposté al pueblo por familias con sus espadas, sus lanzas y sus arcos” (versículo 7): Nejemiá les entregó a todos elementos para ataque y los colocó en un lugar destacado, para que los enemigos los vean y teman luchar contra ellos. Esta manifestación de fuerza, disuadió a los enemigos (versículo 9), y a raíz de ello, la amenaza  se redujo y ya no era necesario apostar a los constructores sobre las murallas para realizar guardias día y noche.

Pero aún era necesaria la guardia. A fin de aliviar a los constructores-Nejemiá movilizó a la mitad de sus jóvenes para cuidar, de modo que los constructores no tuvieran que hacerlo: “Y sucedió que desde aquel día la mitad de mis hombres trabajaban en la obra mientras que la otra mitad portaba las lanzas, los escudos, los arcos y las corazas” (versículo 10). Con la finalidad de que los constructores estuvieran más protegidos-Nejemiá colocó a los “oficiales”-los oficiales del ejército cedidos por el rey de Persia, se ubicaban detrás de los constructores a fin de protegerlos personalmente.

Además de ello, Nejemiá equipó a todos los obreros con armas personales en defensa propia: “llevaban la carga en una mano trabajando en la obra, y en la otra empuñaban un arma “(versículo 11)

Y además, dispuso medios de alarma para emergencias: “Y el que tocaba el shofar estaba junto a mí… Cuando oigan el sonido del shofar, reúnanse allí con nosotros” (versículos 11-12).

Los constructores de la muralla y los cargadores, trabajaban arduamente-desde el amanecer hasta la salida de las estrellas. Y para que pudieran dormir plácidamente a la noche, debían traerse guardianes nocturnos de afuera (versículo 16). Pero Nejemiá y sus jóvenes tenían el mayor trabajo-trabajaban y cuidaban, y no tenían tiempo de quitarse su ropa y descansar (versículo 17).

Editado por el equipo del Tanaj.

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