Con la parashá PEKUDEI concluye el segundo de los cinco libros de la Torá, el Sefer “Shemot” (Éxodo), que relata la historia del pueblo de Israel y su estadía en Egipto y en el Desierto de Sinaí. En el transcurso del Sefer "Shemot" vemos al pueblo de Israel esclavizado para ser posteriormente liberado por Moisés, lo vemos recibir la Torá y luego construir el "MISHKÁN", el Tabernáculo.
En la Parashá "PEKUDEI" se relata la construcción del "MISHKAN". Mientras que en "TERUMA" y "TETZAVE", vemos como Dios ordena a Moisés construirlo, en esta PARASHÁ vemos al pueblo levantarlo definitivamente.
Además se relata la recolección del "MAJATZIT HASHEKEL" el medio siclo de plata (siclo: moneda antigua) como fue ordenado por D's a Moisés, con ellos fueran construido "las bases del tabernáculo" (Éxodo XXXVIII, 27). Concluye la parasha proclamando nuevamente que D's acompaña al pueblo Judío durante todas sus vicisitudes.
Todo el Sefer “Shemot" es una demostración que D's rige la historia del pueblo de Israel. La Torá se basa principalmente en la idea de la "HASHGAJA", es decir la Providencia. Todo lo que ocurre en la Historia no es de ninguna manera casual. Todo tiene su motivo y su causa. Puede ser que muchas veces nosotros no logremos entender, ni siquiera entrever lo que esto significa pero todo, absolutamente todo está guiado por las manos de D's.
Si el pueblo egipcio esclaviza al pueblo judío, la TORÁ proclama que tendrá su castigo y su merecido, y así es como vemos que las plagas de D'S caen sobre el Egipto y sus faraones, recibiendo estos el castigos de sus actos. El "Mishkan" es también un símbolo de esta especie, el mishkan simboliza que D's está en medio del pueblo de Israel, es decir que la historia de Israel, al igual que la historia de todos los pueblos está regida por D's.
Aún sin retroceder tanto en el transcurso de la historia, observando los últimos acontecimientos de nuestro pasado, llegamos a esa conclusión. Vemos como después de 2000 años de esclavitud, vuelve el pueblo judío a renacer de sus ruinas.
Era casi imposible concebir que el imperio naciste caiga y la barbarie sea derrotada. Sin embargo la maldad ha terminado por caer y sobre sus ruinas se ha levantado la "doncella de Sión, encarnada en Medinat Israel. Y si es que nosotros no vimos la mano de Ds' al observar el desastre y la destrucción, la vemos ahora, pues de esa misma destrucción apareció el Estado de Israel.
Es probable que muchos nos preguntemos cuál es el sentido de la gran destrucción que precedió al Renacimiento, sin embargo debemos saber que los caminos de Ds son inescrutables y que a pesar de toda su luz es la Justicia.
El Mishkan simboliza pues que Ds' se halla en el pueblo de Israel. Ds' se encuentra en el Santuario, y nuestros jajamim han dicho "Desde la destrucción del Santuario posee Ds' en la Tierra solamente las "Dalet Amot Shel Halaja": las cuatro varas de la ley. En los Batei Knesiot y Batel Midrashot se halla la Divinidad. Es inconcebible la trascendental importancia del "Beit Hakneset" y del "Beit Hamidrash" en la historia Judía. “Beit Hakneset” significa "La casa de la reunión, y "Beth Hamidrash" “el hogar del Estudio". La primera es la Sinagoga Judía, la segunda la escuela y la Academia.
La Torá nos relata que cuando Bilam el más grande enemigo "científico y espiritual" de la Israel quiso maldecir al pueblo judío, no lo consiguió, diciendo sin embargo: "Ma Tobu aleja Iaacov Mishkenoteja Israel": "Cuán buenas son tus chozas Iaacov y tus hogares Israel, y el Talmud, comentando a la Torá nos dice que respondiendo a Balak el rey de Moab, BilAm dijo: "Mientras se oiga en los hogares de Israel la voz de los niños estudiando la Torá, ninguna maldición hará en él mella". De la misma manera nos relata el Midrash que obedeciendo a Rabí Iudan Nesia, uno de los dirigentes espirituales del judaísmo en Eretz Israel, después del Jurban de la destrucción, iban los jajamim de ciudad en ciudad buscando a los "guardias de la ciudad", cuando los notables de la ciudad visitada les traían los serenos y vigías, exclamaban los Jajamim asombrados: "Estos son los vigías de la ciudad?. Estos no son sino los detractores de la ciudad los verdaderos vigías son los maestros y educadores, pues está escrito:
"Si Ds' no cuidara una ciudad, inútil serán los esfuerzos del vigía".
Vemos corno en estos párrafos de nuestro sabios está encerrada una de los principios básicos del Judaísmo: "Talmud Torá", "Este es el recuento del Mishkan el Mishkan del testimonio" así comienza la Parashá PEKUDEI.
Nuestros jajamim se detienen sobre la particularidad que la palabra Mishkan está repetida en este primer versículo innecesariamente, y en base a ésto dicen los jajamim que, he ahí un remez, (una alusión) al Templo que fue dos veces destruido. Además Mishkan tiene una gran semejanza con Mashkon que significa: "prenda o garantia". De aquí dicen los jajamim que el Mishkan es una prenda que Ds' tiene del pueblo de Israel. Y cuando Israel abandona la senda del Señor, este exige su prenda, y esa es la causa de las 2 destrucciones.
Pero si materialmente fue destruido el Templo, el Templo espiritual nunca lo fue y la Parasha termina "Porque la nube (de Ds') estaba sobre el Mishkan de día, y el fuego será de noche a los ojos del pueblo de Israel en todas sus errares" e inmediatamente comienza el Sefer Vaikra: "Habla a los hijos de Israel, y dirás a ellos: "Si un hombre sacrificara, de Uds., a Ds' un sacrificio, haréis vuestros sacrificios...."
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En la misma Parashá se relata cómo fue juntado el Majatzit Hashekel sobre el que se había ordenado en la Parashá Ki Tisa (Exodo XXX, 11-17): "Cuando eleves el censo de los hijos de Israel, llevarás de cada uno el rescate de su persona (medio Shekel) y no habrá en ellos mortandad cuando se los cuente. Un comentador (Rab. Shmuel Vais) se detiene en éste versículo haciéndonos ver la repetición del censo: "cuando eleves el censo" y "cuando se los cuente". Se acostumbraba antiguamente antes de salir a la guerra levantar un censo de los soldados, tal como se hacía al volver de ella para así poder saber el número de los caídos en la contienda. Tal ocurrió en la guerra con los Midiamim, como está relatado en el Sefer Bamidbar. Y he ahí el sentido de esta orden. Al ser censados debía cada uno dar el Majatzit Hashekel, el medio siclo de plata, tanto el pobre como el rico, sin ninguna distinción. Si el judío debía ir a luchar por su pueblo, sabía pues que no había diferencias de clases producidas por el dinero, y que no luchaba por otros, por los intereses de los ricos, o de unos pocos capitalistas, sino que luchaba por si, por su pueblo y por la Torá. Cada uno debía dar "medio Shekel” demostrando así que él solo no es nada, y que debe juntarse aun con otro "medio Shekel”, con su compañero, con cada judío, es decir con todo el pueblo para formar una unidad.
Es decir que el "Majatzit Hashekel", le muestra que el no es "carne de cañón", y no va a morir por otros, y por algo que a él realmente no le interesa. Por el otro lado nos muestra la solidaridad del pueblo todo. A pesar de estar en guerra y de tener la muerte delante de sí el soldado debe saber que existe una moral y debe respetar la vida de sus compañeros, y no ocuparse sólo de su propia seguridad. Por otra parte el Majatzit Hashekel fué utilizado para construir las "bases del tabernáculo" es decir que solo sobre la base de la igualdad, la libertad y el respeto mutuo se puede levantar un verdadero edificio. La moneda que ellos entregaban era pues "el rescate de su persona", pues la "Tzedaká Tatzil Mimavet", la caridad, o mejor dicho la justicia (como debe ser traducido Tzedaká salva de la muerte.
El soldado que va a la guerra con la convicción de que lucha para sí y no para defender los intereses de otro, el soldado que sabe que su contribución su Majatzit Hashekel vale tanto como la del multimillonario que también deben pelear juntos con él, y que sabe que sobre su moneda se basará el tabernáculo, aquel soldado vencerá y no caerá en la contienda, y por ello "no habrá mortandad cuando se los cuente", es decir cuando se los cuente al volver de la lucha.
Vemos como en esta Parashá de los Shekalim están condensados los principios básicos de la Torá. Todos son iguales ante ella, y todos deben cumplirla. Cada hombre debe ir con la firme convicción que sus monedas, construyeron y construyen la Nación Judía, y debe saber que debe luchar por ella.
Toda la vida del hombre es una lucha y una contienda. Debe el hombre luchar por él, por su pueblo y su Torá.