¿Por qué Hamán intenta aniquilar al pueblo de Israel, si en definitiva, no obtendrá nada productivo de ello?
En alusión al relato de Ester, está citado en el Midrash:
“Canción de las Ascensiones, por David: Si no fuera por Hashem que estuvo con nosotros, cuando hombres se levantaron contra nosotros- personas y no un rey” (Sifrí, Ester, fragmento a).
El Maharal, en su libro “Or Jadash” explica, que el objetivo de este Midrash es expresar la maldad excepcional de Hamán. Según sus conceptos, un rey común somete a un pueblo a fin de conseguir mano de obra barata, no obstante Hamán acosó a Israel, no para lograr una mano de obra barata u otro beneficio, sino simplemente para aniquilarlos. Hamán no obtendría ningún beneficio de ello. Por lo tanto, explica el Maharal, conforme a los conceptos del Midrash, es más terrible “el decreto de las personas”, en alusión a Hamán el malvado, que el decreto de un rey.
Sin embargo, ahora, el Maharal debe explicar ¿por qué Hamán intentó eliminar a Israel sin que tuviera ningún beneficio ni provecho?
El hombre fue creado solo. Más allá de eso, una de las primeras bendiciones que se le concedieron tras ser creado, fue, “colmen la tierra y conquístenla” (Bereshit 1, 28) y de ese modo, se le implantó la voluntad de dominar el mundo y retornar a su situación primaria, un rey único sobre toda la creación, sin competidor alguno. Pues entonces, ¿Cómo se explica que el hombre logra vivir en sociedad?
Explica el Maharal, que “la persona” que hay en cada uno de nosotros, queda subyugada por la autoridad del “Rey” que está por sobre él, el Rey de los reyes, D-s. Sólo por el hecho de tener la conciencia de que hay Alguien por sobre él, no somete a todos los que lo rodean. En otras palabras, el equilibrio de la cualidad de “la persona” que existe en nosotros, es el reconocimiento de la existencia de un “Rey”. No obstante, Hamán no reconocía la existencia de un “Rey”. Hamán vive con el concepto de “persona y no rey”, como lo describe el Midrash. Por consiguiente, él realmente vive acorde a la conciencia de que debe dominar a todos, y este objetivo justifica todos los medios. De todos modos, justamente Hamán, se permitió exterminar a todo un pueblo sin motivo alguno o beneficio que pudiera lograr, únicamente, por su aspiración extrema de control absoluto.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica Har Etzion