Cuando el corazón del pueblo está tan cerrado, no queda otra alternativa que romperlo con fuerza.
Hoshea argumenta que la saciedad económica es el factor que provoca la falta de lealtad: “Cuando estaban en su dehesa, ellos se saciaron; se saciaron, y se ensalzó su corazón; por tanto se han olvidado de Mí” (Versículo 6).
El proceso a desarrollar con el propósito de erradicar la cerrazón del corazón a raíz de la saciedad, es el proceso más difícil:
“Yo, pues, seré para ellos como león; cual tigre acecharé junto al camino; los encontraré como oso privado de sus oseznos, y rasgaré su pecho y los devoraré allí como león; fiera del campo lo destrozará… ¡(Tú mismo causaste) tu destrucción, oh Israel, (y no sabes) qué en Mí está tu auxilio!. ¿Dónde está tu rey, para que te salve en todas tus ciudades; y tus jueces a quienes dijiste: "¡Dame rey y príncipes!"? ¡Te doy rey en Mi ira, y los quito en Mi indignación!” (Versículos 7-11).
La metáfora del oso privado de sus oseznos y del león devorador son parábolas muy duras que tienen un énfasis dentro de su dureza (“un oso privado de sus oseznos” y no simplemente un oso), y el profeta las necesita a partir de la sensación de que se han agotado los plazos y que los métodos de seducción o la conversación personal no son útiles. No es este, en principio, el modo adecuado para hacer retornar a la senda correcta, a los hijos que perdieron el rumbo, sino solamente en el caso de que no queda otra alternativa, cuando la cerrazón es tan grande, que no existe ninguna otra posibilidad y se debe recurrir a esta forma. Y de hecho, esta es la situación que el profeta contempla al final del libro.
El final del proceso es “¡Vuelve, oh Israel, al Señor, tu Dios! (Capítulo 14, versículo 2) pero este retorno llega únicamente tras la ruptura violenta del corazón, y otra dura descripción del profeta alusiva al pecado y al castigo tras el encuentro de la ruptura del corazón. La Teshuvá, el arrepentimiento y retorno que tiene lugar en el final del libro Hoshea surge a partir de una sensación y realidad de fracaso y no por el propio reconocimiento religioso.
La naturaleza y el carácter de la Teshuvá, del arrepentimiento y retorno, se infieren a partir de los pecados y del estado espiritual que se refleja de los mismos, es decir: el mundo del placer y la deslealtad contra el que lucha Hoshea a lo largo de todo el libro.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Cortesía sitio web VBM de la Academia Rabínica “Har Etzion”