En dos ocasiones, los profetas de Dios lo reprendieron a Ajav por su comportamiento, la primera, por su actitud hacia Ben Hadad y la segunda, en relación a Navot el Izreelí, sin embargo, en cada una de ellas, Ajav reacciona de un modo diferente. ¿Cuál es la diferencia entre ambas reprimendas y por qué Ajav optó por reaccionar de maneras tan diferentes?
Hacia el final de la guerra contra Ben Hadad, el rey de Aram (capítulo 20), Ajav manifiesta una excesiva piedad y renuncia a matar a Ben Hadad, incluso hace una alianza con él y le restituye las ciudades que le había tomado. Uno de los profetas fue enviado para reprenderlo de manera ingeniosa por haber dejado libre a quien era merecedor de la muerte. A raíz de esta reprimenda, Ajav es descrito como adusto y enojado y se dirige a su casa en Shomrón. Él no se arrepiente y aparentemente, incluso se mantiene en su tesitura, de que era bueno apiadarse del rey de Aram. Después de ello, tiene lugar el episodio de Navot el Izreelí, en el cual Ajav solicita comprar el campo de Navot y se encuentra con una negativa, por el hecho de que se trata de una tierra ancestral. Izevel ordena los asuntos y finalmente Navot es muerto por rebelarse contra el reino. Ajav desciende y hereda el campo. El profeta Eliahu llega para reprenderlo por ello e incluso esgrime un duro argumento: “¿Has matado y también has tomado posesión?” (versículo 19).
En esta ocasión, la reacción de Ajav es completamente diferente. Rasga sus vestimentas, se coloca un saco en su cuerpo e inicia un ayuno. Incluso Dios da cuenta de que se trata de una respuesta auténtica y por ende, evita el mal a su Casa, mientras él viva. ¿Cuál es la diferencia entre las dos reprimendas? ¿Y por qué la reacción de Aja ves tan diferente en ambos casos? Se podría decir que la única diferencia es el orden de las reprimendas. Al principio, Ajav aún se mostró intransigente, no obstante, en la segunda oportunidad, ablandó su postura. Sin embargo, parece que hay una diferencia mucho más esencial entre las dos reprimendas. La primera reprimenda fue por una ofensa de una persona a Dios. Ajav no cumplió la voluntad de Dios y dejó en libertad a los enemigos de Dios. Los trató con una compasión que no era considerada buena para Dios. Dicha reprimenda no es deseable para Ajav, que era conocido como amante de su pueblo y parece ser que también quería a los otros.
No obstante, la segunda reprimenda fue por la ofensa de una persona contra su prójimo. Esta reprimenda fue en contra de su razón de ser, que era su preocupación por su pueblo, ya que ahora se comportaba de un modo contrario y se preocupaba de sus necesidades personales. Por eso se quebró y se arrepintió.