Revolución incruenta

Revolución incruenta

Yehoiadá y Yehosheva lograron salvar a Yoash y a la fe judía en una rebellion muy bien planificada, sin derramamiento de sangre.

El paganismo cruel y la maldad del regimen de Izével en Shomrón, llegaron a Ierushalaim con Ataliá, la hija e Ajav, esposa de Yehoram, hijo de Yehoshafat. El rey Yehoshafat es temeroso de Dios, que acordó una alianza military con Ajav, y la misma incluía una boda política (capítulo 8, versículos 18, 26-27, como era la costumbre de la época), no pensó en absolute en el elevado costo.

En reacción a la revuelta de Yehú, que eliminó a Izével y a la Casa de Ajav (9-10), junto con la muerte de Ajaziahu, rey de Iehudá y sus Hermanos (capítulo 9, versículo 27; capítulo 10, versículos 13-14), surgió Ataliá, y asesinó “a toda la estirpe real” (versículo1), y tomó el control de Ierushalaim y de Iehudá durante 6 años con “la casa de Baal” celebrando en Ierushalaim” (versículo 18).

El sueño de David y su senda e ahogaron en sangre*. Las relaciones con Tzor (Tiro) y Tzidón (Sidón), los factores de la abundancia y el crecimiento tanto en el período como en el de Ajav, cobraron su precio complete y convirtieron a Ierushalaim en un reino pagano, cientos de años antes de los griegos en la época del Segundo Gran Templo. Yehoiadá, el Cohen, precedió a Matitiahu el Jashmonaí en la salvación de la fe judía en Ierushalaim por la fuerza de la Casa de Dios, que Ataliá no alcanzó, o tal vez, no se atrevió a profanar. Pero la verdadera protagonista fue su esposa (Divrei Haiamim II, capítulo 22, versículo 11) “Yehosheva, hija del rey Yoram** y hermana de Ajaziahu” , que salvo al bebé con la nodriza, y los escondió en la Casa de Dios.

Yehoiadá y Yehosheva lograron salvar (más que Eliahu y Elishá), con una revuelta precisa, en la cual fueron abatidos por una sorpresa bien planificada, Ataliá y el Sacerdote del Baal solamente, sin una revolución sangrienta (como la revolución de Yehú). Todo se desarrolló en el día Shabat, jornada en la cual se cambiaban las guardias en el Templo “los que entraban de guardia el sábado, como los que salían el sábado” (versículo 9) y todos se convirtieron en combatientes (¡en Shabat!) para salvar la Casa de David y el servicio a Dios.

* Según Divrei Haiamim (II, capítulo 21, versículos 4-7), Yehoram, el hijo de Yehoshafat comenzó con el asesinato de sus hermanos, al mismo estilo de Izével y Ataliá

**Aparentemente, la hija de otra mujer, no de Ataliá, como lo escribiera Iosef Ben Matitiahu, en el libro Kadmoniot 9, 141

Cortesía sitio 929.

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