Riesgo adicional

Riesgo adicional

¿Por qué la Torá, luego de la dura controversia de Koraj y su congregación, detalla precisamente todos los presentes del Sacerdocio? ¿Acaso no es esta una actitud que pincha los ojos de los miembros del pueblo que estaban enojados por ello?

Los adeptos a Koraj se centran en los honores y en los derechos, y se desentienden por completo de los riesgos, el esfuerzo, la responsabilidad y el arduo trabajo que el cargo implica. El hecho de que la tierra haya tragado a Datán y Aviram, el hecho de que la vara de Aharón haya florecido-todos estos hechos no pueden apaciguar su postura. En efecto, quedó demostrado que Moshé y Aharón son los elegidos y que no se puede confrontar con ellos, sin embargo, aún están instalados los celos: ¿Por qué ellos y no nosotros?

Sólo cuando los hijos de Israel se presentaron ante Moshé, una vez finalizado todo el episodio de Koraj y sus derivados, y argumentaron “Todos nos hemos perdido, todo el que se acerca al Tabernáculo del Señor va a morir, ¿acaso hemos concluido de morir? (Capítulo 17, versículos 27-28)-el tema es esclarecido. Sólo ahora comprendieron que la aproximación a Dios no es solamente un privilegio sino también una gran responsabilidad y un enorme peligro. Después de contemplar la muerte de los doscientos cincuenta que quemaron el incienso, entendieron retrospectivamente la muerte de los dos hijos de Aharón. Luego de que Aharón detuviera la mortandad con su vara, los hijos de Israel comprendieron que no puede cada uno tomar una vara y quemar el incienso: ya que también se pueden quemar con el fuego de Dios en el el momento de la quema del incienso. Entonces entendieron que la santidad del Sacerdocio no es condescendencia. Ahora les quedó claro el concepto del Sacerdocio, de un modo totalmente diferente.

Dios le dice a Aharón: “Tú y tus hijos y la casa de tu padre contigo, cargarán con la iniquidad del Santuario, y tú y tus hijos junto a ti, cargarán con la iniquidad de vuestro sacerdocio” (Versículo 1).

“Guardarán la custodia del Santuario, y la custodia del altar ara que no haya más furor contra los hijos de Israel” (Versículo 5)

El servicio sagrado, en función de sus variados peligros, fue puesto en manos de los Cohanim (Sacerdotes) y los Leviim (Levitas), guardianes del Santuario. A tal fin, ellos están exentos de toda otra tarea, “pero en el seno de los hijos de Israel no habrán de heredar posesión” (Versículo 23), Dios es su heredad. Esta es su tarea en el Santuario, y ellos reciben su paga del pueblo de Israel-presentes del sacerdocio, Terumot (Ofrendas) y Maaserot (diezmos): “ya que recompensa es para ustedes, a cambio de vuestro servicio en la Tienda de Reunión” (Versículo 31)

Ahora, después de que el pueblo reconociera la enorme responsabilidad y los riesgos que implica el cargo de los Leviim y los Cohanim, y en función del costo que ellos pagan-el renunciamiento a la heredad, constante riesgo, carga de la iniquidad-ahora puede la Torá detallar ampliamente los presentes del Sacerdocio. La disposición del pueblo de otorgar el Maaser (diezmo) de todo a los Leviim, es lo totalmente opuesto al pecado de Koraj y su congregación-y su reparación: el reconocimiento de la importancia del rol de los Leviim, y la admisión de que ellos han asumido la misión de afrontar a diario el alerta, la tensión y el peligro que conlleva el servicio en el Mishkán (Tabernáculo).

Rab Profesor Yehuda Brandes: graduado de Yeshivat “HaKotel” y recibió la ordenación rabínica del Gran Rabinato de Israel. Tiene un Doctorado en Talmud, recibido de la Universidad Hebrea de Jerusalén en 2003. Ha dirigido “Beit Morasha”, el Centro de Estudios Judaicos Avanzados y Liderazgo en Jerusalén, entre 1998 y 2014. Preside Herzog College desde el 2014, fue uno de los fundadores de la “Escuela Maalé de Televisión, Cine y las Artes”.

 

Volver al capítulo