Leyes de juicio y justicia (Versículos 1-9)
En este pasaje hallamos diversas leyes, todas relacionadas con un mismo mensaje: el hombre debe ser ético y actuar de modo correcto. Estas leyes incluyen un llamamiento al hombre común, por ejemplo: “No pongas tu mano junto al impío” (Versículo 1), “Cuando vieres al asno de tu enemigo que yace bajo su carga, no te abstengas de ayudarlo. Ayudarlo habrás de ayudar junto a él” (Versículo 5), “Y al extranjero no habrás de oprimir” (Versículo 9) y también leyes para los jueces: “No estés en pos de los numerosos para corromper” (Versículo 2) o “y soborno no habrás de aceptar, ya que el soborno enceguece a los que ven y pervierte las palabras de los justos” (Versículo 8).
Leyes del año sabático y el Shabat (Versículos 10-13)
A continuación del pasaje anterior que demanda un comportamiento ético son citados los preceptos del año sabático y el Shabat con fundamentos sociales-morales. Así lo refleja en el año sabático: “Pero en el séptimo la abandonarás y la dejarás yerma, para que coman los menesterosos de tu pueblo y sus sobrantes comerá la fauna del campo. Así habrás de hacer a tu viñedo y a tu olivar” (Versículo 11) y en relación al Shabat “para que descanse tu buey y tu asno y repose el hijo de tu esclava y el extranjero” (Versículo 12)-un motivo que no figura en los Diez Mandamientos citados en el libro Shemot sino en el libro Devarim.
Leyes de las festividades (Versículos 14-19)
A diferencia de las leyes mencionadas hasta el momento en la sección de “Mishpatim”, las leyes de las festividades no tienen relación alguna con la sociedad ni con el establecimiento de un correcto orden social. El texto menciona a la festividad de los panes ázimos, la festividad de la cosecha y la festividad de la recolección. Tras mencionar las tres festividades de peregrinación, el texto pasa a hacer referencia a las leyes del servicio a Dios en el Templo: la prohibición de ofrendar Jametz (pan leudado) sobre al altar, el precepto de las primicias y la prohibición de cocinar un cabrito en la leche de su madre (“y considerando que en la festividad de peregrinación se consumían muchos animales en la misma se advierte acerca de no cocinar el cabrito en la leche de su madre”).
La promesa de cara al ingreso a la tierra (Versículos 20-23)
El cierre de las numerosas ordenanzas mencionadas en la sección incluye una promesa: “He aquí que Yo envío un Emisario delante de ti para custodiarte en el camino y para traerte al lugar que Yo he predispuesto” (Versículo 20) y tras el ingreso a la tierra también habrá un acompañamiento “Mandaré al tábano (un insecto que inyectaba un veneno) delante de ti y él expulsará al Jiví, al Kenaaní y al Jití de delante de ti” (Versículo 28). Estas promesas están condicionadas al cumplimiento de las leyes y preceptos “Pero si escuchar escuchares su voz e hicieres todo lo que Yo digo: hostigaré a tus enemigos y hostilizaré a tus adversarios” (Versículo 22). El texto detalla y menciona advertencias concernientes a la aproximación a los gentiles que se encuentran en la tierra y la prohibición de acordar con ellos un pacto como sospecha de idolatría.