Cierre del círculo: Dios se revela a Shlomó por segunda vez (Versículos 1-9)
Dios se revela ante Shlomó por segunda vez: “el Señor apareció a Shlomó segunda vez, como le había aparecido en Guivón” (Versículo 2). La clara diferencia entre esta revelación y la de Guivón, es que en esta occasion la revelación no se da en un sueño (o por lo menos-el texto no lo señala). Dios no lo bendice a Shlomó por la construcción del Templo sino que le recuerda el elemento principal: “Y en cuanto a ti, si anduvieres delante de Mí, como anduvo David, tu padre, con integridad de corazón y con rectitud, haciendo conforme a todo lo que te tengo mandado, y si guardares Mis estatutos y Mis leyes, Yo estableceré el trono de tu reino sobre Israel para siempre…” (Versículos 4-5)
Cierre del círculo: Shlomó y Jiram (Versículos 10-14)
Se registra otro cierre de círculo en nuestro capítulo. Shlomó realizó una operación con Jiram y ahora debe pagarle a Jiram por el trabajo y los árboles. Shlomó le transfiere a Jiram ciudades del Galil. Jiram no está conforme con las ciudades recibidas: “Y dijo: "¿Qué ciudades son éstas que me has dado, hermano mío?" Y las apellidó, tierra de Kavul; nombre que llevan hasta el día de hoy” (Versículo 13)
La continuación de la descripción de la grandeza de Shlomó (Versículos 15-28)
En estos versículos el texto continúa describiendo la grandeza del reino de Shlomó y la gran riqueza, fuerza y poder de Shlomó.