Nuestro capítulo relata acerca de una familia que asciende anualmente a Shiló, el sitio del Mishkan (Tabernáculo). Seguiremos aquí las tres descripciones de la visita familiar a la casa de Dios.
Descripción del primer ascenso-la visita anual (versículos 1-7)
Conozcan a la familia de Elkaná. Elkaná llega de “Ramataim Sofim, de la serranía de Efráyim” (versículo 1), y su padre se llama Yeroham. Elkaná tiene dos esposas: Janá y Pniná. La primera no tiene hijos mientras que la segunda sí. Cada año asciende la familia al Mishkan, y Elkaná reparte el sacrificio a Pniná y sus hijos, y a Janá la solitaria le entrega una porción doble. Cada año Janá vivencia la dificultad del enfrentamiento con Pniná y por ello “lloraba y no comía” (versículo 7)
Descripción del Segundo ascenso- la plegaria de Janá (versículos 8-19)
En una de las ocasiones en que Janá y su familia ascendieron a la casa de Dios, al finalizar la comida compartida del sacrifico, Janá se puso de pie y se dirigió al Heijal (Palacio) de Dios: “se puso a suplicar al Señor; y lloraba con efusión.
e hizo una promesa” (versículos 10-11) El tiempo extenso que permaneció de pie y la intensidad de su plegaria impactaron “Janá hablaba dentro de su corazón; se movían tan sólo sus labios, mas no se oía su voz”, pero también provocaron una comprensión errónea. Elí el Cohen ve a Janá, “Elí pensó que estaba ebria” (versículo 13). Janá le aclara que ella no ha bebido vino, sino que simplemente está rezando.
Elí, tras comprender su error, la bendice a Janá diciéndole “Vete en paz, y el Dios de Israel te conceda lo que Le has pedido." ( versículo 17)
Descripción del tercer ascenso- el nacimiento de Shmuel y su consagración (versículos 20-27)
Janá y Elkaná regresan a su hogar, Y Dios consiente el pedido de Janá tras su plegaria. La bendición de Elí se concreta (hace realidad…) y Janá queda embarazada y da a luz un varón: “Sucedió, pues, que al transcurrir los días, Janá concibió y dio a luz un hijo, y le puso por nombre Shmuel, diciendo: por cuanto le pedí al Señor.” ( versículo 20) Al llegar la fecha de la festividad en la casa de Dios, Janá no asciende con toda la familia sino que manifiesta “(Esperaré) hasta que fuere destetado el niño; entonces yo lo llevaré para que se presente ante el Señor, y permanezca allí para siempre" (versículo 22). Tras el destete, Janá cumple su promesa, y lleva a Shmuel al Mishkan de Shiló. En estos momentos Janá asciende a la casa de Dios llevando en sus brazos a su pequeño hijo. Janá le agradece a Dios y consagra a Shmuel en la casa de Dios: “Por este niño rogaba, y el Señor me ha concedido el favor que Le pedí. Por lo mismo yo también le doy prestado al Señor; todos los días que viviere, prestado será al Señor." ( versículos 27-28)