Síntesis del capítulo, 2 Shmuel 23

Síntesis del capítulo, 2 Shmuel 23

Las últimas palabras de David (Versículos 1-7)

 

David pronuncia el último discurso: “Estas son las últimas palabras de David… y declara el hombre que fue establecido como ungido del Dios de Iaacov, el dulce salmista de Israel” (versículo 1). El discurso está escrito en forma de cantico con recursos literarios: parábolas y metáforas. En sus conceptos, David destaca su pacto con Dios, que no es provisional ni cambiante como la luz solar que asoma por la mañana y desaparece por la noche, sino que es permanente y eterno: “Pues Él ha hecho conmigo un pacto eterno” (versículo 5). Este pacto sobrevivirá y vencerá a los enemigos que continúan levantándose contra él, a través de los valientes de David, cuya nómina de nombres figura en la continuidad del capítulo.

Los valientes de David (Versículos 8-39)

En esta parte figura la lista de los valientes de David, sobre algunos de los cuales son relatados algunos actos de valentía, y algunos son mencionados sólo por su nombre, sin mencionar qué es lo que precisamente hicieron. Entre los valientes, se encuentra Elazar, su primo, quien luchó contra los pelishtim, los filisteos, con tal nivel de potencia que su mano se apegó a la espada, y está también Shamá hijo de Ague, de Arar, quien salvó un campo de lentejas de manos de los pelishtim. En el listado, también figuran los tres valientes que se internaron en el campamento de los pelishtim, rumbo al pozo de Beit Lejem, para traerle agua a David, quien optó por consagrar esas aguas a Dios, diciendo: “Lejos esté de mí, oh Señor, que yo haga esto. ¿Beberé la sangre de los hombres que fueron con riesgo de sus vidas?” (Versículo 17). Otro de los valientes de David es Benaiahu hijo de Yehoiadá, quien tiene una extensa lista de actos heroicos impactantes, como la eliminación de los dos leones de Moab y del egipcio. El número total de los valientes de David es de 37 combatientes.

 

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