El primer banquete (1-8)
Tras tres días de ayuno “Ester se vistió regiamente, y se puso de pie en el atrio interior de la casa del rey, enfrente de la casa real“(1). Ajashverosh ve a Ester parada y le extiende el cetro de oro “y tocó la punta del cetro“(2). Ajashverosh le pregunta a Ester “¿Qué quieres, oh reina Ester?, ¿y cuál es tu demanda? ¡Hasta la mitad del reino te será concedida!” (3). Ester le solicita al rey y a Hamán que vengan al banquete. Ajashverosh invita a Hamán que de inmediato acude al llamado y los tres están en el banquete. En el transcurso del banquete, Ajashverosh le vuelve a preguntar a Ester “¿Cuál es tu petición, pues te será concedida: ¿y cuál es tu demanda?, que hasta la mitad del reino te será otorgada“(6). Ester le pide al rey y a Hamán que vengan a un banquete adicional a realizarse en el día de mañana: “que venga el rey con Hamán, al banquete que voy a hacerles; y mañana haré conforme a lo que pide el rey“(8).
Hamán, después del banquete (9-14)
Hamán sale del banquete “regocíjado y alegre de corazón“(9), pero de inmediato se encoleriza al ver a Mordejai que “no se puso en pie, ni siquiera se movió por su causa” (9). Hamán retorna a su hogar y le cuenta a sus familiares “la gloria de su riqueza, y la multitud de sus hijos, y toda la grandeza que el rey le había conferido, y cómo le había elevado sobre todos los príncipes y los siervos del rey“(11), e incluso cuenta sobre el banquete que organizó Ester. Sin embargo, él confiesa que no está contento “¡Mas todo esto de nada me aprovecha, mientras yo Vea al yehudi Mordejai sentado en la puerta del rey!”(13). Su esposa Zeresh le propuso preparar un árbol alto sobre el cual colgarán a Mordejai: “Entonces le dijo Zéresh, su mujer, con todos sus amigos: “Hagan una horca de la altura de cincuenta codos; y por la mañana habla al rey para que cuelguen a Mordejai en ella; luego entrarás con el rey al banquete gozoso.” Y la propuesta pareció buena a Hamán; e hizo preparar la horca“(14).
Redacción: Netanel Szpigel