La calamidad (Versículos 1-3)
Este fragmento es la continuación del fragmento alusivo a la calamidad del capítulo anterior. El profetaa se mofa y reprende a las mujeres del Shomrón y las califica como “vacas de Bashán… las que oprimís a los desvalidos, las que quebrantáis a los necesitados, las que decís a vuestros esposos: Trae para que bebamos” (Versículo 1). El profeta describe cómo serán castigadas: “Y saldrán por las brechas del muro, cada cual en derechura de sí misma; y serán arrojadas del palacio, dice el Señor” (Versículo 3).
Reprimenda y calamidad (Versículo 4-13)
Esta profecía incluye una reprimenda (Versículos 4-5), calamidad (Versículos 6-11) y cierra con el poder de Dios (Versículos 12-13). La reprimenda del profeta es sobre la ofrenda de sacrificios a Dios sin una cobertura espiritual y practica: “Vayan a Bet EL y cometan crímenes; a Guilgal, y cometan muchos delitos, trayendo cada mañana vuestros sacrificios…” (Versículo 4). Dios describe cómo provoca aun golpe tras otro (Hambruna; sequía; epidemias; destrucción) pero a a pesar de ello el pueblo no comprende el mensaje y no hace Tshuvá, no retorna a la senda del bien: “pero no han retornado a Mí, dice el Señor” (Versículos 6; 8; 9; 10)
La profecía culmina con una profecía de futuro calamidad: “Por eso haré de esta manera contigo, oh Israel; y por lo mismo que te voy a hacer esto”, y como preparativos para la llegada de Dios, a partir del reconocimiento de su gran poder: “¡prepárate para encontrarte con tu Dios, oh Israel! Porque he aquí que Él es quien formó las montañas, y creó el viento, y anuncia al hombre lo que es su pensamiento; el cual convierte la aurora en tinieblas, y anda sobre las alturas de la tierra; el Señor, Dios de los ejércitos, es Su Nombre” (Versículos 12-13).