Nuestro capítulo incluye los dos últimos preceptos en el discurso de los preceptos: la presentación de las primicias y el apartamiento de los diezmos-dos preceptos singulares que imponen el recitado de un texto determinado en el momento de la ejecución de los mismos. Después de estos preceptos, se halla el párrafo final del discurso de los preceptos.
La presentación de las primicias (Versículos 1-11)
Tras el ingreso a la tierra, es deber de todo agricultor traer a la casa de Dios, de los primeros frutos de su campo. Esto no es nuevo, ya que la Torá ya ha ordenado el precepto de las primicias (Shemot capítulo 23, versículo 19). El libro Devarim aporta cierta innovación en función de cómo debe llevarse a cabo el acto de la presentación de las primicias: la persona se presenta ante el Cohen (Sacerdote) en la casa de Dios y recita frente a él un texto fijo, que en el lenguaje halájico se denomina “Mikrá Bikurim”, la “Declaración de las primicias”. Mikrá Bikurim incluye el agradecimiento a Dios por la tierra y por los milagros realizados al pueblo de Israel.
Apartar el diezmo (Versículos 12-15)
Cada tres años, cuando la persona separa el diezmo de la tierra y le entrega el diezmo al Leví, al forastero, al huérfano y a la viuda-él debe declarar de manera explícita que él “ha apartado” los diezmos de su campo: “Declararás ante Adonai, tu Dios, he escombrado (sacado) las ofrendas sacras de la casa, y en efecto se lo ha dado al Leví y al forastero al huérfano y a la viuda, para que coman en tus ciudades y se sacien” (Versículo 13)
Las palabras de síntesis para el discurso de los preceptos (Versículos 16-19)
El párrafo final hace hincapié en la importancia del cuidado de los preceptos y el pacto entre Dios y el pueblo de Israel: “A Adonai, has exaltado el día de hoy para que sea para ti, Dios, y para encaminarte por sus sendas y para observar sus fueros y sus mandamientos y sus leyes, y para obedecer su mandato. Y Adonai te ha exaltado el día de hoy, para que seas para Él, pueblo peculiar-como Él te ha hablado a ti, y para observar todos sus mandamientos” (Versículos 17-18).
Editado por el equipo del sitio del Tanaj.