Síntesis del capítulo, Ezrá capítulo 10

Síntesis del capítulo, Ezrá capítulo 10

El pueblo de Israel se congrega (versículo 1)

En el capítulo anterior figuraba la plegaria de Ezrá y su súplica ante Dios, en referencia al destino del pueblo de Israel, a raíz de la asimilación y los casamientos  con mujeres no judías. En el transcurso de su plegaria, parte del pueblo se acercó a Ezrá: “una gran multitud de Israel, hombres, mujeres y niños” (versículo 1) y lloran junto a él.

La propuesta de Shejaniá y el juramento de Ezrá (versículos 2-6)

Shejaniá hijo de Iejiel, una persona anónima de la cual no se conoce demasiado, intentó alentar a Ezrá: “Hemos sido infieles a nuestro Dios, y nos hemos casado con mujeres extranjeras de los pueblos de esta tierra; pero todavía hay una fuente de esperanza para Israel al respecto” (versículo 2). Shejaniá propone renovar el pacto entre el pueblo de Israel y Dios y separarse de las  mujeres no judías. Ezrá escucha la propuesta de Shejaniá, reúne a  los Cohanim y Leviim y los compromete a que se encarguen del alejamiento de las mujeres no judías.

La concentración del pueblo de Israel (versículos 7-9)

Al ver Ezrá que gran parte del pueblo está de acuerdo y dispuesto a separarse de las mujeres no judias, reúne a todo el pueblo en Ierushalaim. Aquel que no llegue en tres días-sus bienes serán confiscados y será apartado de la congregación. El pueblo de Israel todo llegó en la fecha prevista, 21 de Kislev: “temblando a causa de este asunto y de la intensa lluvia” (versículo 9)

La reprimenda de Ezrá al pueblo y la separación de las mujeres (versiculos 10-44)

Ezrá se puso de pie y reprendió duramente al pueblo: “.Ustedes han sido infieles y se han casado con mujeres extranjeras añadiendo así a la culpa de Israel” (versículo 10). Ahora, Ezrá solicita al pueblo que hagan la voluntad de Dios y que se aparten de las mujeres extranjeras. Todo el pueblo, como da cuenta el texto, acuerda con los conceptos de Ezrá: “Y toda la congregación respondió, y dijo a viva voz: ¡Tal como tú has dicho así habremos de hacer!” (Versículo 12). Tras casi tres meses, en el mes de Nisán, todos los miembros del pueblo se separaron de las mujeres no judías, y de ese modo Ezrá frenó los casamientos  mixtos. Al final del capítulo, figura una larga lista de todos los hombres de Iehudá que dejaron a las mujeres no judías.

Redacción: Netanel Szpigel.

 

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