Síntesis del capítulo, II Shmuel 24

Síntesis del capítulo, II Shmuel 24

 

Nuestro capítulo relata acerca de la decisión de David de contar al pueblo, una decisión considerada pecado, el castigo recibido a raíz del pecado y la reparación de David: la construcción del Altar en el granero de Aravná.

 

El pecado: la cuenta (el censo) del pueblo (Versículos 1-11)

 

 

David le pide a Yoav que cuente al pueblo. Yoav intenta persuadirlo a David de que no es algo bueno, pero David se encapricha. Detrás de bambalinas se nos dice que la intransigencia de David no es casual sino: “Y otra vez se encendió la ira del Señor contra Israel, porque alguien había incitado a David contra ellos, con decirle: "Anda, toma la cuenta de Israel y de Yehudá" (Versículo 1). Yoav escuchó (acató) la orden de David y los versículos reflejan los sitios a los cuales se dirigió Yoav y el número global del pueblo de Israel: “Y fueron los de Israel ochocientos mil hombres valientes que sacaban es­pada, y los de Yehudá, quinientos mil hombres” (Versículo 9).

 

 

 

El castigo: la peste (plaga) (Versículos 11-17)

 

 

Inmediatamente después de que David escuchó los resultados del censo, se arrepintió: “Mas el corazón de David le remordió, después que hubo contado el pueblo” (Versículo 10). David comprendió que cometió un error y reconoce su pecado: “¡He pecado gravemente en lo que acabo de hacer! Ahora, pues, oh Señor, yo Te ruego perdones la iniquidad de Tu siervo, porque he obrado muy insensatamente". El profeta Gad le ofreció a David tres opciones como castigo, y David reaccionó:” David entonces respondió a Gad: "Me veo en muy grande estrecho. Te ruego caigamos en manos del Señor, porque grandes son Sus compasiones; mas no caiga yo en mano de los hombres". (Versículo 14). El castigo de Dios es la peste, y en esta epidemia murieron 70.000 personas. Mientras David rezaba, el ángel que atacó la ciudad detuvo la epidemia.

 

La reparación: la construcción del Altar (Versículos 18-25)

 

 

En el final del relato aparece (surge) la reparación del pecado de David: “Y Gad vino a David aquel día, y le dijo: "Sube, levanta un altar al Señor en la era de Aravná, el yevusita" (Versículo 18). David se dirigió al granero y se lo compró a Aravná, tal como hizo Abraham Avinu (nuestro patriarca) al adquirir la Mearat Hamajpeilá. De este modo, la epidemia llega a su fin: “Entonces David edificó allí un altar al Señor, y ofreció holocaustos y ofrendas pacíficas, con lo cual el Señor fue propicio a la tierra, y fue detenida la mortandad entre Israel” (Versículo 25).

 

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