Un Cohen (Sacerdote) en estado de impureza no puede comer de los sacrificios sacros (Versículos 1-9)
El pasaje se inicia con el título “y que no profanen el Nombre de Mi santidad- lo que ellos me consagran a Mí. Yo soy el Señor” (Versículo 2) y a posteriori llega la explicación: un Cohen que se impurificó no puede realizar el servicio en el santuario. La impureza aquí referida incluye también las impurezas en un grado inferior como la impureza hasta la noche. Una vez que el Cohen se ha purificado puede volver a prestar servicio en el santuario y también a comer las santidades. “Habrán de guardar Mi observancia para que no incurran por ello en error y murieren por él cuando lo profanaren” (Versículo 9).
El consumo de los sacrificios sacros -¿Quién puede comer y quién no? (Versículos 10-16)
En este párrafo el texto deja en claro quién puede comer de las ofrendas sacras. Por cierto que a un extranjero se le prohíbe hacerlo y también a una hija de un Cohen (Sacerdote) casada con un israelita. Pero si una hija del Cohen regresó al seno de su familia (tras una separación o por viudez) puede volver a comer de las ofrendas sacras. Si un israelita come de las mismas involuntariamente “añadirá un quinto sobre su valor y le dará al Cohen la cosa sacra” (Versículo 14)
Un defecto en los sacrificios y leyes adicionales (Versículos 17-30)
Tras el debate sobre aquellos que prestan servicio en el santuario, el texto presenta un debate con relación a los sacrificios: un sacrificio debe ser “Tamim”-sin ningún tipo de defecto “ya que no generará preferencia para ustedes” (Versículo 20). Tras el detalle de los defectos, el texto cita leyes adicionales concernientes a los sacrificios: no debe ser traído un sacrificio de mano “del extranjero” (Versículo 25); un buey, un cordero o una cabra cuando naciere, puede ser sacrificado únicamente ocho días después de su nacimiento, y estará “siete días con su madre” (Versículo 27); no debe sacrificarse un animal vacuno u ovino y sus hijos en el mismo día; un sacrificio de agradecimiento “para vuestro agrado habrán de sacrificarlo” (Versículo 29) y no se deben dejar sobras de él hasta la mañana.
Resumen (Versículos 31-33)
“ Habrán de cuidar Mis preceptos y los cumplirán, Yo soy el Señor, Y no habrán de profanar el Nombre de Mi Santidad, y seré santificado en el seno de los hijos de Israel, Yo soy el Señor, El que los santifica, El que los ha sacado de la tierra de Egipto para ser Dios para ustedes, Yo soy el Señor”
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