En nuestro capítulo y en el siguiente serán descriptos los intentos de Bilam para maldecir al pueblo de Israel. A cambio de las maldiciones llegarán las bendiciones para el pueblo de Israel, que Dios introduce en la boca de Bilam.
El primer intento (Versículos 1-13)
Bilam le pide a Balak construir siete altares y preparar siete novillos y siete carneros. Balak ejecuta el pedido de Bilam, y de inmediato Dios se presenta ante Bilam e introduce en su boca bendiciones para el pueblo de Israel. Bilam comienza diciendo que Balak le pidió que maldijera a Israel pero “¿Cómo voy a maldecir lo que ha maldecido Dios? Y cómo voy a derramar mi ira sobre aquel, con quien el Señor no se ha enfurecido?” (Versículo 8)-no es posible maldecir al pueblo de Israel “Pues desde las cumbres de las peñas lo veo, y desde las colinas lo diviso: he aquí un pueblo que mora en soledad, y entre las naciones no es considerado” (Versículo 9) y prosigue diciendo que el pueblo de Israel habrá de incrementarse y multiplicarse. Balak se asombra por los conceptos de Bilam y le dice “¿Qué me has hecho? ¡Para maldecir a mis enemigos te he tomado, y he aquí que lo has bendecido!” (Versículo 11) y Bilam responde, tal como dijera en el inicio, que él sólo puede decir aquello que Dios pone en su boca.
El segundo intento (Versículos 14-27)
Para intentar de todos modos maldecir a Israel, Bilam y Balak se trasladan a otro lugar. Nuevamente, Dios se presenta ante Bilam y éste vuelve a pronunciar bendiciones y no maldiciones: “No ha percibido iniquidad en Iaacov, ni ha visto perversidad en Israel, El Señor, su Dios, está con él, y la aclamación del rey está en él” (Versículo 21) y al final señala que el fuerte pueblo de Israel logrará doblegar a sus enemigos “He aquí un pueblo que cual león se levanta, y cual león surge. No yacerá hasta que coma la presa, y la sangre de sus víctimas beba” (Versículo 24). Una vez más, Balak se pregunta por qué Bilam bendice a Israel y no lo maldice, y Bilam vuelve a responder lo mismo “Ciertamente te había hablado a ti diciendo, todo lo que hable El Señor, ello habré de hacer” (Versículo 26).
El tercer intento (Versículos 28-30)
En el tercer intento por maldecir a Israel, Balak lleva a Bilam a otro sitio. Una vez más, Bilam solicita la construcción de siete altares y la preparación de siete novillos y siete carneros. Balak ejecuta la orden de Bilam, y los conceptos de Bilam serán abordados en el próximo capítulo.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj.