Como en los últimos capítulos, y también en los siguientes, nuestro capítulo aborda los preparativos para el ingreso a la tierra. En la primera parte del capítulo figura la solicitud de las hijas de Tselofjad y en la segunda parte el pedido de Moshé para la designación de un nuevo líder en su reemplazo. Dios ordena nombrar a Iehoshúa Bin Nun.
La solicitud de las hijas de Tselofjad (Versículos 1-11)
Las hijas de Tselofjad, de la tribu de Menashé, se presentan ante Moshé y Elazar, los dignatarios y toda la congregación y les transmiten una “pregunta”. El padre de ellas no tuvo hijos y falleció, y ahora ellas preguntan “¿Por qué habrá de ser suprimido el nombre de nuestro padre del seno de su familia, ya que él no tiene hijo? Danos a nosotras posesión entre los hermanos de nuestro padre” (Versículo 4)-ellas solicitan la tierra en heredad de la tribu de Menashé. Moshé se dirige a Dios a fin de recibir una respuesta, y Dios responde positivamente: se le debe adjudicar a las hijas de Tselofjad una posesión en heredad “en el seno de los hermanos de su padre, y habrás de transferir la herencia de su padre a ellas” (Versículo 7).
El antecedente de las hijas de Tselofjad se convierte en una ley permanente: “Un hombre cuando muriere e hijo no tuviere, habrán de transferir su herencia a su hija…y habrá de ser para los hijos de Israel por ley de derecho, como ha prescripto el Señor a Moshé” (Versículos 8-11).
El nombramiento de Iehoshúa (Versículos 12-23)
Dios le ordena a Moshé ascender al monte Habarim, para ver la tierra que Dios le entrega a los hijos de Israel y luego de ello “te reunirás con tus gentes tú también, como se ha reunido ya Aharón tu hermano” (Versículo 13). Moshé le solicita a Dios nombrar un nuevo líder “para que no sea la congregación de Israel cual ovejas que no tienen pastor” (Versículo 17).
Dios le ordena a Moshé que tome a Iehoshúa y coloque sus manos sobre él “y habrás de conferir parte de tu esplendor sobre él, para que obedezcan la congregación de todos los hijos de Israel” (Versículo 20). Iehoshúa será el líder del pueblo de Israel tras la muerte de Moshé, en el ingreso y la conquista de la tierra. Moshé cumple el mandato de Dios “e hizo Moshé como le había prescripto el Señor a él” (Versículo 22).
Editado por el equipo del sitio del Tanaj.