La continuación del cántico anterior (Versículo 1)
Al final del cántico anterior, la mujer invite al hombre al jardín, y de inmediato, el hombre describe su llegada al jardín: “He venido a mi huerto hermana mía, novia mía. He recogido mi incienso junto con mis especies. He comido de mi panal con mi miel. He bebido de mi vino con mi leche. Comed amigos, bebed y embriagaos los amados” (Versículo 1)
“Yo duermo pero mi corazón está atento”: el cántico del segundo sueño (Versículos 2-8)
Como en el cántico del primer sueño, también aquí la mujer describe que está durmiendo, pero esta vez su corazón está despierto, y ella escucha al hombre golpear en la puerta de su casa: “La voz de mi amado llama a la puerta: Ábreme hermana mía, amada mía, mi paloma, mi perfecta” (Versículo 2). La mujer se asombra: “Me he quitado mis atuendos, ¿cómo habré de vestírmelos nuevamente? Me he lavado los pies. ¿Habré de ensuciarlos?” (Versículo 3), y mientras tanto, el hombre se escapó:” Le abrí a mi amado, pero mi amado se dio la vuelta, se fue” (Versículo 6). La mujer vuelve a salir a las calles para buscarlo, nuevamente se encuentra con los guardianes, pero en esta ocasión la hirieron. El cántico concluye con el juramento de las hijas de Ierushalaim: “Os conjuro a vosotras, hijas de Ierushalaim, si halláis a mi amado, ¿qué le dirán? Pues que estoy enferma de amor” (Versículo 8)
“¿En que es tu amado más que otro amado?”: cántico de alabanza al hombre (Versículos 9-16)
).
Este cántico continúa casi de un modo directo el cantico anterior. Las hijas de Ierushalaim le preguntan a la mujer: “¿En qué es tu amado más que otro amado, oh tú, la más hermosa entre las mujeres? ¿En qué es tu amado más que otro amado para que así nos conjures?” (Versículo 9), y entonces ella describe detalladamente su belleza. Al principio, lo describe de forma general: “Mi amado es blanco y rojizo, elevado entre los diez mil” (Versículo 10) y luego de ello, pasa a los órganos del cuerpo: la cabeza; los ojos; las mejillas; los labios; las manos; las piernas; y finaliza con una descripción general: “Su boca es dulcísima, todo él es la dulzura misma. Así es mi amado. Así es mi amigo, oh hijas de Ierushalaim” (Versículo 16)
Redaccion: Netanel Szpigel