Síntesis del capítulo, Shir Hashirim (Cantar de los Cantares) 6

Síntesis del capítulo, Shir Hashirim (Cantar de los Cantares) 6

“¿Dónde ha ido tu amado?: la pregunta de las hijas de Ierushalaim (Versiculos 1-3)

 

A continuación del cántico anterior, en el cual la mujer describió al hombre, las hijas de Ierushalaim le preguntan a la mujer: “¿Dónde ha ido tu amado, tú la más hermosa entre las mujeres? ¿Hacia dónde se dirigió tu amado, para que podamos buscarle contigo? (Versículo 1). Es posible que la pregunta sea formulada en tono de sorna. La mujer responde: “Mi amado bajó a su jardín, al cantero de bálsamo, para regar los jardines y recoger azucenas. Yo soy de mi amado y mi amado es mío. Pastor entre las azucenas” (Versículos 2-3)

 

 “Eres tan hermosa, compañera mía”: cántico de alabanza a la mujer (Versículos 4-10)

).

En este cántico, el hombre alaba y elogia a la mujer. Al principio, la describe de un modo general: “Eres tan hermosa, compañera mía, como Tirtzá, bella como Ierushalaim, terrible como un ejército con sus estandartes” (Versículo 4), y luego, describe algunas de las partes de su cuerpo. Los ojos: “Aparta tus ojos de mí, porque me han rendido” (Versículo 5); el cabello: “Tu cabello es como un rebaño de cabras que bajan desde Gilaad” (Versículo 5); los dientes: “Tus dientes son como un hato de ovejas esquiladas, todas idénticas, que suben del lavadero en parejas, sin que falte ninguna” (Versículo 6). El hombre destaca que su mujer es muy especial: “Única es mi paloma, mi perfecta. Es la única de su madre. Es la escogida de quien la concibió. Las hijas la vieron y la elogiaron. Las reinas y las concubinas la alabaron” (Versículo 9)

 

 “Bajé al huerto de las nueces”: el descenso al jardín (Versículos 11-12)

 

Es posible que este cántico sea parte del sueño, o tal vez, una descripción de algo que sucedió en el pasado. La mujer describe que descendió al jardín “para mirar las verdes plantas del valle y ver si la vid estaba brotando y los granados habían florecido” (Versículo 11), y como consecuencia de ello estaba emocionada: “Antes de que me diera cuenta, mi alma me había llevado sobre carros de mi noble pueblo” (Versículo 12)

 Redacción: Netanel Szpigel

 

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