Nuestro capítulo continúa abordando la temática de Moav y la destrucción de sus ciudades.
Los Moavitas se escaparán a Iehudá (versículos 1-5)
El capítulo se inicia con un llamamiento “(Entonces) enviarán los corderos (del tributo) del soberano de la tierra (de Moav), desde Sela, por el desierto, al monte de la hija de Tzión” (versículo 1). Aparentemente, los corderos serán un obsequio que enviará Moav al monte de la hija de Tzión. ¿Por qué Moav tiene que enviarle un presente al que gobierna en Iehudá? Ya que los los sobrevivientes de Moav quieren encontrar un refugio en Israel “Habiten contigo mis desterrados de Moav...por la presencia del desolador” (versículo 4). A raíz de este proceso “Y el trono (de Iehudá) será establecido con misericordia, y se sentará uno sobre él, (reinando) con verdad en la tienda de David, que juzgue, y que busque el juicio, y que sea presuroso para hacer justicia” (versículo 5).
Una lamentación por Moav (versículos 6-10)
A diferencia de la lamentación vista en el capítulo anterior, aquí, el profeta acusa a Moav por el pecado del orgullo: “Hemos oído de la soberbia de Moav; él es muy orgulloso. ¡Ah su arrogancia, y su orgullo, y su saña! Sus jactancias son una nada” (versículo 6). De aquí, el profeta pasa a la lamentación por la destrucción de Moav y en esta ocasión, se focaliza en la agricultura de Moav, que será destruida por completo. La destrucción será tan dura que hasta el profeta se solidariza con Moav “Por tanto mis entrañas suenan cual cítara por Moav, y mi interior por QuirHéres” (versículo 11), pero enfatiza que ni siquiera la plegaria podrá ayudar a salvarse del castigo “entrará en su santuario para orar, mas nada podrá (conseguir)” (versículo 12).
Resumen (versículos 13-14)
Tras los conceptos alusivos a la destrucción y la lamentación por Moav, el profeta proclama y dice “Ésta es la palabra que el Señor habló, hace mucho tiempo, respecto de Moav” (versículo 13)-como diciendo, estas son las palabras expresadas en referencia a Moav desde entonces, y el profeta no explica cuándo fueron expresadas, pero deja en claro que “mas ahora habla el Señor, diciendo: "Dentro de tres años, como los años de un jornalero, será despreciada la gloria de Moav” (versículo 14). Es decir, en tres años, Moav será castigado.