El rey y la sociedad en la redención (versículos 1-8)

A continuación del capítulo anterior que describe la caída de Ashur (Asiria) y la redención de Israel, el profeta pasa a describir lo que le acontecerá a Ierushalaim: “a la cabeza del reino habrá un rey que impartirá justicia y la sociedad toda se convertirá en una sociedad sana: la gente escuchará la palabra del profeta, y aquel que hasta el momento estuvo ciego o sordo a los conceptos del profeta y se desentendió de ellos-en el momento de la redención: “entenderá la ciencia” (versículo 4). Como parte del perfeccionamiento de la sociedad, no habrá confusión alguna entre el generoso y el vil.

Una reprimenda a las mujeres sosegadas (versículos 9-14)

El párrafo intermedio no corresponde de un modo continuo al pasaje anterior o posterior, ya que este párrafo aborda el presente y no el futuro. El profeta realiza un llamamiento a las mujeres sosegadas que piensan que nada malo habrá de ocurrir en Ierushalaim. El profeta les comunica que próximamente se registrará una calamidad en Ierushalaim “porque el palacio está abandonado, la ciudad populosa, abandonada” (versículo 14) y por lo tanto, deben prepararse para ello “¡Tiemblen, oh sosegadas! ¡Preocúpense, oh confiadas!” (versículo 11).

Paz y justicia social (versículos 15-20)

Este pasaje es la continuación del primer párrafo y aborda el futuro, en los tiempos de la redención. Este párrafo describe el mundo de una manera utópica: “Entonces morará la rectitud en el desierto, y la justicia habitará en el campo fructífero” (versículo 16). Como parte del juicio y la justicia social, Israel vivirán en paz “Y Mi pueblo habitará en mansión de paz, en moradas seguras, y en descansaderos tranquilos” (versículo 18).