Síntesis del capítulo, Yeshaiahu 35

Síntesis del capítulo, Yeshaiahu 35

Este capítulo puede ser considerado como continuación del anterior y presenta la otra cara de la moneda. Ante la calamidad que se avecina sobre los pueblos y sobre Edom (capítulo 34) asoma la redención para el pueblo de Israel (capítulo 35). El profeta refiere a varios fenómenos que serán registrados en el momento de la salvación.

El florecimiento del desierto (versículos 1-2)

“Pero se alegrarán el desierto y el sequedal, y el yermo se regocijará y florecerá como la azucena” (versículo 1). Así comienza el profeta la descripción de la redención. El desierto que representa la desolación, habrá de florecer. La gloria de Dios se revelará en el desierto “ellos verán la gloria del Señor, la hermosura de nuestro Dios” (versículo 2).

La cura de las discapacidades y el aliento a los que se han salvado (versículos 3-5)

El profeta describe el fortalecimiento a aquellos que se han salvado “¡Fortalezcan, pues, las manos que están débiles, y corroboren las rodillas que titubean! (versículo 3), debido a que Dios se venga y salva al pueblo de Israel. Entonces, manifiesta el profeta, se abrirán los ojos de los ciegos y los oídos de los sordos se abrirán.

Agua en el desierto (versículos 6-7)

Un fenómeno adicional que tendrá lugar en el momento de la salvación es el brote de agua en el desierto “porque brotarán aguas en el desierto, y arroyos en el yermo” (versículo 6).

Una senda directa para los que retornan del exilio (versículos 8-10)

El último párrafo aborda la redención misma: los exiliados podrán retornar a Ierushalaim con seguridad, el camino hacia Ierushalaim será como una “ruta”-un camino allanado y directo “Ningún león estará allí, ni bestia feroz subirá por él”, y finalmente: “Y los rescatados del Señor volverán, y vendrán a Tzión con canciones, y regocijo eterno estará sobre sus cabezas; alegría y regocijo recibirán y huirán la tristeza y el gemido” (versículo 10).

 

Volver al capítulo