Síntesis del capítulo, Yeshaiahu 51

Síntesis del capítulo, Yeshaiahu 51

Nuestro capítulo se compone de unidades proféticas pequeñas que pueden dividirse en dos grandes secciones.

La salvación (Versículos 1-8)

En esta sección hay tres párrafos (versículos 1-3; 4-6; 7-8) que comienzan con un llamado del profeta a sus oyentes para escuchar la profecía: "Escúchenme", "Escúchenme con atención", "Escúchenme" (versículos 1; 4; 7). En el primer párrafo, el profeta se dirige a los "que siguen la justicia, los que buscan a Dios", aquellos que escuchan sus palabras proféticas, y les dice que los cautivos de Tzión heredarán la tierra como Abraham y Sará en su tiempo. En el segundo párrafo, se dirige a todo el pueblo y les dice que " de Mí procederá una ley, y estableceré Mi ordenanza para luz de los pueblos" (versículo 4). La ley y la justicia de Dios en este contexto son la instrucción de Dios para la salvación de Israel: "Pero mi salvación será para siempre y mi justicia no será abolida" (versículo 6). En el último párrafo, el profeta se dirige a los creyentes y les dice que no teman los insultos de las personas " porque como a un vestido, los consumirá la polilla, y como a la lana, los consumirá el gusano (versículo 8).

Despertar a la redención (versículos 9-23)

En esta sección hay tres párrafos (versículos 9-11; 12-16; 17-23) que comienzan con un verbo doble: "Despiértate, despiértate", "Yo, yo", "Levántate, levántate" (versículos 9; 12; 17). En el primer párrafo hay un llamado al brazo de Dios para actuar " ¡Despiértate, como en los días de antaño, en las generaciones de la antigüedad! El profeta recuerda el inmenso poder de Dios con el cual Israel podrá llegar a "Tzión con canciones, y regocijo eterno estará sobre sus cabezas; alegría y regocijo los alcanzarán, y huirán la aflicción y el gemido " (versículo 11). En el segundo párrafo, Dios habla y dice "Yo, yo soy quien los consuela" (versículo 12), y tranquiliza a Israel para que no tema a sus enemigos. En el tercer párrafo, el profeta se dirige a Ierushalaim con un llamado "Ponte en pie, Ponte en pie" (versículo 17). En este párrafo se presenta la metáfora del "cáliz de (Su) atolondramiento", y el profeta muestra cómo Ierushalaim ya ha terminado de beber la copa, es decir, ha terminado su tiempo de calamidad, y ahora la copa pasará a los enemigos de Ierushalaim.

 

Volver al capítulo