La primera profecía a Ajaz (versículos 1-8)
El primer versículo del capítulo señala el contexto histórico de la profecía, descrito en Melajim II, capítulo 16, versículos 6-18, donde se relata acerca de la amenaza de Pekaj el hijo de Remaliahu, el rey de Israel y Retzín, el rey de Aram, contra Ajaz, el rey de Iehudá. Ajaz, quien aparentemente temía de esta amenaza, se dirigió a Tiglat Pileser, el rey de Ashur y le solicitó que cooperara con él para atacar a Aram y al reino de Israel a cambio de plata y oro de los tesoros del Beit Hamikdash, el Gran Templo.
Dios se dirige a Yeshaiahu y le pide que se reúna con Ajaz y le diga: “Ten cuidado, y estáte quieto, no temas, y no se desfallezca tu corazón a causa de estos dos cabos de tizones humeantes” (versículo 4). El profeta despliega ante Ajaz la movida política de Pekaj y Retzín: irrumpir en Ierushalaim, destronar a Ajaz y coronar a otra persona. Dios emite una declaración que se terminará convirtiendo en una frase muy utilizada por nosotros: “¡No tendrá efecto, ni subsistirá!” (versículo 7).
Una profecía adicional para Ajaz (versículos 10-17)
El párrafo anterior concluyó insinuando que Ajaz no cree en la palabras del profeta, y ahora, Yeshaiahu se dirige nuevamente a Ajaz y en esta ocasión le pregunta si está interesado en una señal de que la profecía se hará realidad y que la amenaza será disipada. Ajaz se abstiene de poner a prueba a Dios, pero, de todos modos, el profeta le presenta una señal: la “mujer joven” (puede que se trate de la esposa de Yeshaiahu, y puede que sea una mujer joven al azar) dará a luz a un hijo, cuyo nombre es Imanuel, y aún antes de que sepa elegir el bien y el mal-la amenaza habrá de desaparecer.
“En ese día”-el ascenso de Ashur (versículos 18-25)
Tras las dos profecías a Ajaz, el profeta describe en breves párrafos que comienzan con las palabras “Y será en aquel día”, qué habrá de suceder en el día de la llegada de Ashur a la Tierra. El profeta describe una destrucción grave y total, principalmente de la agricultura y la naturaleza en la Tierra. Se puede dudar a qué evento histórico se refiere el profeta. Es posible que se refiera a la destrucción del reino de Israel (que aún no había sucedido en el período de Ajaz). Conforme a esto, el profeta alienta a Ajaz a no hacer nada frente a la amenaza de los reinos de Israel y de Aram, ya que de todos modos, el reino de Israel será destruido. Otra posibilidad es que el profeta refiere a la destrucción de Iehudá. Acorde a esto, el profeta alienta a Ajaz a no unirse al rey de Ashur, ya que al fin y al cabo, Ashur también le hará daño.