Nuestro capítulo sigue abordando la alianza política programada entre Ajaz y el rey de Ashur, a raíz de la amenaza del reino de Israel y el reino de Aram, contra Ajaz, el rey de Iehudá.

Otra señal para Ajaz (versículo 1-4)

Dios se dirige al profeta y le dice que tome una hoja y escriba en ella “A Maher Shalal Jash Baz”, y que dicho documento sea firmado por dos testigos. Despúes de ello, la profetisa (la señora del profeta) tuvo un hijo, y Dios ordenó al profeta llamarlo “Maer Shalal Jash Baz”-ya que antes que el niño sepa llamar a su padre y a su madre, Shomrón y Damesek, que amenazan a Ajaz, serán castigadas.

Calamidad o su anulación (versículos 5-15)

Dios continua hablándole al profeta: visto y considerando que el pueblo despreció “las aguas del Shiloaj que corren mansamente” (en referencia a las aguas del Guijón que representan el reinado de David), debido a que el pueblo ya no confía en el reinado de David y sospecha de Retzín y Pekaj, el hijo de Remaliahu, por consiguiente, Dios “inundará” a Iehudá con aguas “fuertes y abundantes”-Ashur castigará a Iehudá. Pero las aguas sólo llegarán hasta el cuello y no destruirán completamente a Iehudá, porque todavía “Dios está con nosotros” (y tal vez, refiera a la campana de Sanjerib). El párrafo finaliza con una proclama según la cual los consejos de los pueblos son anulados en el momento que “Dios está con nosotros”.

Se debe confiar en Dios (versículos 11-16)

Como continuación del párrafo anterior, el profeta exige temer con reverencia sólo a Dios y no a otros. Aquel que escuche el consejo de Dios, Dios será para él un Templo, un lugar seguro, y para aquel que no lo haga, Dios será “Piedra de tropiezo y roca de caída” (versículo 14).

Se debe acudir solamente a “la ley y el testimonio” (versículos 16-23)

El profeta sigue reprendiendo al pueblo por “transitar en otros campos” y recuerda que la consulta a adivinos y prestidigitadores es una absoluta tontería. La única posibilidad de consulta es consultar a la ley y el testimonio, en las palabras de la Torá y los profetas, y quien obra de un modo diferente “no tiene sentido”(versículo 20).

Descripción de la destrucción en el reino de Israel (versículos 21-23)

En el final del capítulo figura la descripción de una dura calamidad, que incluye una hambruna y dificultades para sobrevivir. El profeta menciona a Zevulún y Naftalí, y parece que la intención es describer la destrucción del reino de Israel, como parte de la tendencia general de los conceptos del profeta a fin de dejar en claro que el reino vecino habrá de caer-y no se le debe temer.