Los pecados de Efraim (Versículos 1-3)
En el pasado, Efraim era respetado y todos le temían “Cuando Efraim hablaba, (todos) temblaban” (Versículo 1), pero tras el pecado con el Baal, era considerado como muerto, y ahora Efraim sigue pecando “Y ahora siguen pecando, y de su plata han hecho para sí imágenes fundidas, ídolos según su propia inteligencia; todo ello obra de artífice: de ellos se dice: "Ofrecen en sacrificio hombres, y besan a becerros" (Versículo 2).
El olvido de Hashem y la problemática de la monarquía (Versículos 4-11)
Este párrafo incluye varios temas que señalan el hecho del olvido de Dios por parte de Israel. Al inicio se describe cómo Dios, retribuyó a Israel al sacarlos de Egipto y los protegió en el desierto. A pesar de ello, Israel olvidó a Dios “Cuando estaban en su dehesa, ellos se saciaron; se saciaron, y se ensalzó su corazón; por tanto se han olvidado de Mí” (Versículo 6). Luego, hay una reprimenda a Israel por la solicitud de un rey. Dios se dirige al pueblo de Israel y pregunta: “¿Dónde está tu rey, para que te salve en todas tus ciudades; y tus jueces a quienes dijiste: "¡Dame rey y príncipes!"?”(Versículo 10). El párrafo concluye con la expresión “¡Te doy rey en Mi ira, y los quito en Mi indignación!” (Versículo 11). Según este versículo, Dios no estaba interesado en establecer la monarquía en Israel, y accedió al pedido del reino a partir de su enojo, y finalmente, en efecto, los reyes pecaron y Dios destruye la monarquía con ira.
La sentencia (Versículos 12-15)
Este párrafo incluye el castigo de Efraim. A raíz de sus pecados “la iniquidad de Efraim está atada en un lío, su pecado está guardado”, tendrá “dolores de parturienta” (versículo 13). Dios da testimonio de que no salvará a Israel “¿Del poder del sepulcro Yo los rescataré, de la muerte los redimiré? ¿Dónde están tus plagas, oh muerte? ¿Dónde está tu destrucción, oh sepulcro? Y enfatiza que no habrá de arrepentirse de sus acciones “La compasión será escondida de Mi vista” (Versículo 14). Dios provocará un viento solano que destruirá a Efraim “Aunque él sea el más fecundo entre sus hermanos, vendrá un viento solano, soplo del Señor, procedente del desierto; y se secará su manantial, y su fuente se agotará: (el enemigo) despojará el tesoro de todas sus alhajas deleitosas” (Versículo 15).