Síntesis Shmuel I capítulo 30

Síntesis Shmuel I capítulo 30

 

Los Amalekim atacan Tziclag y toman rehenes (Versículos 1-6) 

 

Mientras David se hallaba en el campamento de los pelishtim, los filisteos, los Amalekim llegaron a Tziclag, lugar de residencia de David y sus hombres, y le asestaron un duro golpe a la ciudad: “y habían asolado a Tziclag y la habían incendiado; y se llevaron cautivas las mujeres y a todos los que estaban en ella, grandes y pequeños, sin dar muerte a nadie” (Versículos 1-2). David y sus hombres reaccionan duramente: “y lloraron, hasta que no les quedaron fuerzas para llorar” (versículo 4). 

 

La consulta a D-s y la restitución de los cautivos (Versículos 7-21) 

 

David no se desalienta, a pesar de la grave situación, y le solicita a Eviatar que le alcance el Efod para consultarle a D-s si es que debe salir a la guerra. D-s contesta afirmativamente y David y sus hombres, salen en dirección al campamento de Amalek. Doscientas personas no pueden mantener el ritmo y se ven obligados a esperar al resto de los combatientes en el rio Besor. Los soldados que siguen adelante, encuentran en el camino a un hombre egipcio. David le pide que les muestre donde se encuentran los Amalekim. Con la ayuda del joven, David y sus hombres encuentran el campamento de Amalek. Los Amalekim son sorprendidos y pierden la batalla contra el campamento de David. De este modo, David logra restituir todo el botín y a los cautivos. 

 

La distribución del botín (Versículos 22-25) 

 

Ahora hay que repartir el gran botín tomado de los Amalekim. David regresa al rio Besor, donde quedaron los doscientos hombres que no pudieron avanzar al ritmo de David y el resto de sus combatientes. Parte de los combatientes que fueron con David piensan que solo a ellos les corresponde el botín, pero David le enseña a sus hombres un mensaje importante: aun si parte de los soldados no participaron activamente en la guerra, también a ellos les corresponde el botín: “conforme a la parte del que desciende a la batalla, así será la parte del que queda con el bagaje; ellos recibirán lo mismo” (versículo 24) 

 

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