Shmuel I capítulo 5
El arca de Dios fue traído por Israel a la contienda (en el capítulo anterior), y fue tomado cautivo por los Pelishtim (filisteos). El arca deambula por tres estaciones:
Primera estación: de Even Haezer a Ashdod (Versículos 1-7)
El arca del pacto de Dios es conducido de Even Haezer a Ashdod, donde reside la casa de Dagón, el dios filisteo. Al otro día, los pelishtim se levantan y ven que la escultura de Dagón fue dañada, y un día después la hallaron rota frente al arca.
En segunda instancia una epidemia castiga severamente a la gente de la ciudad de Ashdod y alrededores, y esto los hace llegar a la conclusión: “El arca del Dios de Israel no debe quedar con nosotros, pues su mano es dura sobre nosotros y sobre Dagón nuestro dios” (Versículo 7).
Segunda estación: de Ashdod a Gat (Versículos 8-9)
Los habitantes de Ashdod sufren la presencia del arca de Dios en su seno y deciden trasladarlo a la ciudad filistea de Gat. También allí el arca de Dios hace de las suyas, y en la ciudad se registra una gran conmoción. Al igual que los habitantes de Ashdod, también los habitantes de Gat comprenden que deben trasladar el arca de Dios, que les está causando problemas.
Tercera estación: de Gat a Ekrón (Versículos 10-12)
La gente de Ekrón no recibe el arca de Dios en forma efusiva, porque ellos ya conocen lo acontecido previamente. Por consiguiente, se preguntan:” Han traído el arca del Dios de Israel hasta nosotros para matarnos a nosotros y a nuestro pueblo”. La epidemia también afecta a la gente de la ciudad Ekrón “Y el clamor de la ciudad subió hasta el Cielo”. Acerca del regreso del arca a Israel leeremos en el próximo capítulo.