Sentimientos encontrados

Sentimientos encontrados

En nuestro capítulo, el rey Shlomó nos enseña que “Para todo hay un tiempo, y una hora para todo designio bajo los cielos… hora de endechar y hora de bailar” (Versículos 1-4), pero resulta que cuando se trata del colectivo Israel, a veces, el dolor y el baile se entreveran.

Cuando se trata del aspecto colectivo del pueblo de Israel-a veces los tiempos de endechar y de bailar se entreveran.

Dijo el rey Shlomó: “Para todo hay un tiempo, y una hora para todo designio bajo los cielos” (Versículo 1), y entre otras cosas “hora de endechar y hora de bailar” (Versículo 4). Hay un momento apropiado para endechar y hay otro adecuado para bailar. Dichos conceptos son expresados en relación al individuo doliente o a la alegría individual, pero cuando se trata del colectivo del pueblo de Israel-(a veces, los sentimientos de endechar y de bailar se entremezclan. Uno de esos momentos esta descripto en la profecía de Yeshaiahu (Yeshaiahu capítulo 49, versículos 20-21): “Los hijos de los cuales tú has sido privada, aun dirán en tus oídos: "El lugar es demasiado estrecho para mí! Aléjate un poco para que yo pueda habitar! Entonces dirás en tu corazón: ¿Quién dio a luz éstos para mí? Y yo había sido privada de hijos y abandonada, cautiva y errante; éstos, pues, ¿quién los ha criado? He aquí, yo fui dejada solitaria; éstos, ¿dónde han estado?”.

Incluso cuando los sentimientos de duelo son fuertes y dolorosos, ¿cómo es posible que también puedan reprimir las emociones de asombrarnos por la salvación de Dios?

Algunos anos celebramos el día de la independencia con alabanza y gratitud, con canticos y danzas, con una sensación de ardor de duelo y pésame. No podemos ocultar las sensaciones de la angustia y el dolor, pero además, no queremos ni podemos reprimir las emociones de la alabanza, la gratitud y la alegría por todo lo que hemos tenido el mérito de ver aquí en Israel, desde el 5 de Iyar del 5708.

Si hablamos de nuestros sentimientos encontrados en algunos de los últimos años-¿Qué diremos en referencia a la generación del 5708? En momentos de declarar la creación del Estado, las dimensiones del dolor eran terribles, y aun así-pronunciamos la plegaria de Halel completa, a partir de la gratitud y la alegría. En los contados meses transcurridos del 29 de noviembre de 5707, el día de la resolución de la ONU sobre el establecimiento del Estado, hasta el 5 de Iyar del 5708, se registraron cientos de víctimas. En la víspera del día de la independencia recibimos la amarga noticia sobre la caída de Gush Etzion, acerca de la matanza de más de ciento cincuenta combatientes mientras que el resto de los combatientes, fue tomado como rehenes de los jordanos; y todo ello tras la caída de la caravana de los 35 y la caravana de Nebi Daniel. Y luego de todo eso-pronunciamos la plegaria de Halel. La conciencia histórica, entonces, era muy fuerte, y todos los de esa generación sintieron que la proclamación de la independencia del Estado de Israel es diferente de la proclamación de otros Estados. Vemos aquí un hecho milagroso, un fenómeno excepcional en la historia: un pueblo herido y desgarrado tras los horrores de la Shoá, se pone de pie, se repone y proclama su independencia para abrir los portones de la tierra a los miles de refugiados de la Shoá.

El Estado de Israel nació en una guerra cruel, en la que cayó una décima parte de los habitantes judíos de entonces. Si contáramos acerca de los milagros y las maravillas que vimos en la guerra-el tiempo se agotará pero esos relatos, no. Desde el 5708 y hasta la actualidad, somos testigos del crecimiento del Estado, de su desarrollo y de su potenciación en todos los ámbitos. Se trata de un fenómeno del que no se conocen otros ejemplos en el mundo. Hay una particular necesidad de grandeza de espíritu a fin de combinar el dolor y el baile en un mismo momento. Tenemos algo de esa cualidad. La generación del 5708 nos la ha legado.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Gentilza sitio VBM de la Academia Rabínica “Har Etzion”.

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