El tema de servir a Dios con alegría, figura en la Torá seis veces, en todos los casos se refiere a situaciones en las que estamos delante de Dios, por ejemplo: Vaikrá 33:40 "Y os alegrareis ante el Eterno vuestro Dios durante los siete días", Debarim 12:7 dice: "y comeréis allí, delante del Eterno, vuestro Dios, y os alegrareis con toda la obra de vuestras manos, vosotros y vuestra familia..." Debarim 27 "Y te alegrarás delante del Eterno vuestro Dios"
Vemos que la obligación de alegrarse se ordena en las fiestas, producto de toda la abundancia que Dios nos da y eso debe hacerlo en el santuario frente a Dios.
Otro lugar en donde nos ordena estar contentos es en las bendiciones del monte Eval y Guerizim. Fuera de estos casos no existe ningún versículo que nos ordene estar contentos en todo momento.
En nuestra parashá nos dice Debarim 28:45-47: Por ser que no has servido a Dios con alegría y con corazón contento cuando tenías abundancia de bienes; por eso servirás a tus enemigos a quienes el Eterno mandará contra ti.
Las preguntas que nos surgen son:
• ¿Por qué nos envía un castigo tan grave al no servir a Dios con alegría?
• ¿Acaso alguna vez fuimos ordenados servir a Dios con alegría en todo momento?
• ¿Acaso es posible que un individuo, a pesar de servir a Dios sea castigado porque no lo hizo con alegría?
• ¿De este versículo se aprende que debemos estar alegres en todo momento?
Rambam, en Hiljot Yom Tob capítulo 6 dice: Tanto durante los siete días de Sucot y de Pésaj como el resto de las festividades, está prohibido pronunciar discursos fúnebres ni ayunar. Es deber del ser humano estar alegre y con el corazón contento en esos días. Tanto él como sus hijos, su esposa sus nietos y cuantos estén con él, tal como está escrito: te alegrarás en tu fiesta… Así por ejemplo a los niños se les dadulces, a las mujeres, el marido le compra ropas y joyas acorde a su poder adquisitivo, los hombres comen carne y vino, pues no hay verdadera alegría sin carne ni vino.
De aquí vemos claramente la obligación de estar alegre en los días festivos. No obstante, el mismo Rambam más adelante dice: Cuando un hombre, bebe, come y se regocija en las fiestas, no debe sobrepasarse bebiendo vino, ni entregarse al libertinaje como así tampoco a la carcajada desmedida, pensando erróneamente, que cuanto más se entregue a todo ello mejor estará cumpliendo el precepto de alegrarse. Pues la embriaguez, la carcajada desmedida y el libertinaje, no es llamado regocijo, sino que se lo denomina necedad y desubicación. Y no es eso lo que se nos ordenó, sino que el precepto se refiere a una alegría que hay en ella regocijo por el servicio Divino, tal como está escrito: "Por ser que no has servido a Dios con alegría y con corazón contento cuando tenías abundancia de bienes" De esto se aprende que a Dios se lo debe servir con alegría. Y no es posible servirlo,estando en medio de actitudes dicharacheras, desvergonzadas o embriagado.
De este último párrafo, Rambam no necesariamente está legislando que debe estar contento en todo momento. Sino que en los momentos en que se debe servir a Dios debe hacerlo con un estado de regocijo que permita el servicio Divino, no que esté en estado de insensatez.
Más adelante Rambam vuelve a referirse a este tema, en Hiljot Sucá belulav capítulo 8:15 y dice: La alegría que una persona obtiene al cumplir los preceptos y amar a Dios, que los dictó, es una manera sublime de servir a Dios. Quien quiera que se abstenga de este regocijo merece castigo, pues está escrito:" Por ser que no has servido a Dios con alegría y con corazón contento" Aquel que hundido en su arrogancia insiste en preservar su porte y seriedad, se considera un pecador y un tonto, a esto se refirió el Rey Salomón al decir en proverbios: "Delante del rey no te engrandezcas" Por otra parte, aquel que renuncia a su honor delante de Dios y no actúa en forma pedante, ni se honra a sí mismo, ese es el individuo honorable, y de alta estigma que sirve a Dios con amor, tal como le dijo David rey de Israel a Mijal quien le recriminó por bailar ante la muchedumbre, ante el arca de Dios, Shemuel II 6:22: "Me haré más insignificante que eso, humillándome mucho más". No hay grandeza ni honra verdadera sino la que se alcanza regocijándose ante el Eterno.
Aquí Rambam no dice que es una ordenanza servir a Dios con alegría, sino que dice que es una manera sublime de servir a Dios. Otro punto que se aprende de este párrafo, es que Quien quiera que se abstenga de este regocijo merece castigo, pues está escrito: "Por ser que no has servido a Dios con alegría y con corazón contento"
El motivo por el cual merece un castigo es porque antepone su propio honor al de Dios. Es decir por guardar su decoro y postura prefiere no alegrarse ante Dios.
Existe otro texto en el cual Rambam vuelve a mencionar este tema y es en Hiljot Teshuvá: La Torá nos asegura que si la cumplimos con alegría y bien predispuestos y estudiamos siempre su sabiduría, entonces Dios nos preservará de todos aquellos impedimentos que nos imposibilitarían cumplirlas, tales como enfermedades, guerras… Por otro lado, la Torá nos advierte que si la abandonamos adrede para ocuparnos de las vanidades de este mundo, el Juez Verdadero, privará de todos los deleites de este mundo a quienes se apartan de la Torá…
En este párrafo, Rambam recalca que quien sirve a Dios con alegría será recompensado, no obstante no dice que es una obligación servirlo con alegría. Por el otro lado, dice que será castigado quien abandone la Torá y se encamina detrás de las vanidades de este mundo; debemos poner atención que no dice que será castigado aquel que no sirva con alegría.
En conclusión, en todos los textos que Rambam analiza este punto, vemos que no dice que es una obligación servir a Dios con alegría, sino que quien así lo hace es alguien digno de alabanza y una actitud loable, pero en ningún lado dice que es una obligación.
Pero a pesar de todo esto, el versículo es categórico y proclama que recibirán un castigo grave por el hecho de no haber servido a Dios con regocijo. No obstante, es imposible suponer que la Torá imponga un castigo sin antes haber advertido o prescrito al respecto. Lo que debemos analizar es en dónde la Torá nos ordenó servirlo con alegría, tal vez no utilizó esas mismas palabras, pero se refirió a ello.
Hay comentaristas que dicen que el versículo que estamos analizando debe ser entendido de la siguiente manera: "Por cuanto que no has servido a Dios cuando gozabas de todo el bienestar, cuando estabas en alegría, entonces perderás todo eso." Es decir, por ser que estabas gozando de los placeres de este mundo, y tenías todo para servir a Dios, no obstante lo has abandonado y no lo has servido, entonces mereces castigo.
Es similar a lo que dijo Rambam: la Torá nos advierte que si adrede la abandonamos para ocuparnos de las vanidades de este mundo, el Juez Verdadero, privará de todos los deleites de este mundoa quienes se apartan de la Torá. La diferencia es que Rambam dice que todo esto es si lo hace adrede, mientras que los demás comentaristas sostienen que esto será así aun que lo haga sin querer, es decir por estar sumergido en la alegría se olvidó de Dios.
Acorde a estos comentaristas el versículo en vez de leerse:
Por ser que no has servido a Dios con alegría y con corazón contento cuando tenías abundancia de bienes
Debe leerse:
Por ser que no has servido a Dios cuando estabas con alegría y con corazón contento cuando tenías abundancia de bienes.
Tal vez existe una posibilidad de que la Torá sí nos haya advertidode que sirvamos a Dios con alegría.
En Debarim 10:12: Servir al Eterno, tu Dios, con todo tu Lev (corazón) y con todo tu nefesh (alma).
En Debarim 11, el segundo párrafo del Shemá, también dice: "Para servirlo con todo lebabjem (vuestro corazón) y con todo nafshejem (vuestra alma)
En Debarim 26, Y cuidareis y cumpliréis los mandamientos, con todo tu Lev (corazón) y con todo tu nefesh (alma).
En Debarim 30 dice: Escucharás sus palabras… con todo tu Lev (corazón) y con todo tu nefesh (alma).
De todos estos versículos podemos ver que en realidad la Torá sí nos está diciendo cómo servir a Dios: con todo el Lev (corazón) y con todo el nefesh (alma). Por lo tanto podríamos concluir que cuando dice: Por ser que no has servido a Dios con alegría y con corazón contento esto es sinónimo de: con todo tu Lev (corazón) y con todo tu nefesh (alma).
Lo que se ve claramente es la analogía de estos dos versículos, cuando dice: con corazón contento se refiere a lo que dice el otro versículo: con todo tu Lev (corazón)
Cuando dice servido a Dios con alegría, se refiere a lo que dice el otro versículo: con todo tu nefesh (alma). En hebreo, el término nefesh tal como dice Rambam en el More Nebujim, se utiliza también para referirse a cuando uno hace las cosas con toda su voluntad, (Tal como dice en la Torá cuando Abraham va a comprar la cueva de la Majpelá, en donde le dice a los hijos de Jet: Im iesh lenafshejem likvor et meti = Si en realidad vuestra voluntad es que entierre a mi difunta…) Y cuando uno hace las cosas que él mismo quiere, con su propia voluntad, normalmente lo hace con alegría.
Entonces el versículo debe entenderse de la siguiente manera: Por ser que no has servido a Dios; entonces serás castigado por eso servirás a tus enemigos a quienes el Eterno mandará contra ti.
Deberías haberlo servido con alegría y con corazón contento.
El motivo por el cual abandonó a Dios es que tenía abundancia de bienes y esto es lo que lo llevó al castigo por eso servirás a tus enemigos a quienes el Eterno mandará contra ti.
En realidad la abundancia de bienes que Dios les dio era un medio para que pueda mantenerse en el camino de Dios, pero este individuo en lugar de eso vio al mundo material como un fin por sí mismo, y abandonó lo espiritual (el Shabat, el Kasher, etc.)Entonces Dios le envía el castigo.
Lo ideal es que hubiese servido a Dios con alegría y corazón dispuesto, pero por ser que no lo sirvió de esta manera, entonces cayó y abandonó a Dios. Pues cuando alguien hace algo con alegría, con toda su voluntad, lo hace porque se trata de algo que considera importante, si es así, entonces no lo abandona, pero si lo ve como un peso, como una carga, entonces sí puede llegar a abandonarlo.
No es una obligación estar siempre contento, tampoco hay una prohibición de estar triste. No obstante es un gran nivel estar contento por servir a Dios, pues si realmente es consiente que lo único elevado y digno de servir y apegarse, es Dios, entonces estará feliz y contento de poder hacerlo. Será un mérito y no un peso servir a Dios y no se olvidará de Él, sino que lo tendrá presente en todo lo que hace, y todos los bienes que tenga en este mundo serán para este individuo solo un medio para poder apegarse aún más a Dios, pues su alma estará sedienta de Él y llena de amor a Dios.
Y este es el sentido profundo de las palabras del Rabí Najman cuando dijo “Mitzva Guedolá lihot vesimja tamid” Es un gran precepto estar siempre contento. No se refiere a que es una mitzva – precepto de la Tora, estar contento, sino que Rabí Najman alaba y considera un gran nivel espiritual aquel que al sentirse dichoso de poder servir a Dios, está siempre contento independientemente de lo que le suceda en el mundo material.
La suma de las letras de las palabras: Para servirlo con todo levaveja (tu corazón) y con todo nafsheja (tu alma) suman 614, lo que nos insinúa es que este nivel no es una obligación de los 613 preceptos, sino que es algo ideal, que está más allá de los preceptos.