El banquete de Ajashverosh (1-8)
El libro de Ester comienza con la presentación del reino de Ajashverosh: “Y aconteció en los días del rey Ajashverosh (el mismo Ajashverosh que reinó desde la India hasta Etiopía, sobre ciento veinte y siete provincias“ (Versículo 1) y luego de ello, se describe que en el tercer año de su reinado, Ajashverosh realizó un banquete “para todos sus príncipes y siervos, comandantes del ejército de Parás y Maday, teniendo delante de sí a los nobles y los príncipes de las provincias“ (Versículo 3) durante 180 días. Tras este banquete, se llevó a cabo un banquete adicional durante siete días: “Y cuando se hubieron cumplido aquellos días, hizo el rey para todo el pueblo que se hallaba en la ciudadela de Shushán, desde el mayor hasta el menor, banquete de siete días, en el patio del jardín del palacio real“ (Versículo 5). En esos banquetes, predominan la bebida y el hedonismo: “Y el beber, por orden real, era sin compulsión; porque así había encargado el rey a todos los grandes de su casa, que se hiciese según el gusto de cada cual“ (Versículo 8)
El episodio de Vashtí (9-22)
En forma paralela al banquete realizado por Ajashverosh, Vashtí, la esposa de Ajashverosh, llevó a cabo un banquete para mujeres. En el séptimo día del banquete de Ajashverosh, él invitó a Vashtí al mismo, “que trajesen a la reina Vashtí delante del rey, con la corona real, para hacer ver a las gentes y a los príncipes su hermosura, porque era de bella apariencia“ (Versículo 11), pero Vashtí rehusó ir. Ajashverosh se enojó mucho, y se dirigió a sus asesores, diciendo: “conforme a la ley ¿qué se debe hacer con la reina Vashtí, por cuanto no ha obedecido la orden del rey Ajashverosh, (enviada) por mano de los eunucos?“(Versículo 15). Memuján sostiene que la negativa de Vashtí y el desacatamiento de la palabra del rey puede derivar en el caos en todo el reinado, y por consiguiente, Vashtí no puede continuar siendo la reina: “que Vashtí no venga (más) a la presencia del rey Ajashverosh, y en cuanto a su dignidad real, la del rey a su compañera que sea mejor que ella“ (Versículo 19), de modo que todas las mujeres del reino respeten a sus esposos “ todas las mujeres darán honra a sus maridos, desde el mayor hasta el menor de ellos“ (Versículo 20). Ajashverosh aceptó la idea y la orden fue difundida en todo el reino: “y envió cartas a todas las provincias del rey, de provincia en provincia, conforme a la escritura de ella y de pueblo en pueblo, conforme a su lengua, ordenando que todo hombre sea señor en su propia casa, y hable según el lenguaje de su pueblo (no del pueblo de su esposa)” (Versículo 22)
Redacción: Netanel Szpigel