Preparativos para la redención en la puerta de la ciudad (1-6)
Boaz llega al portón de la ciudad y se sienta allí hasta la llegada del redentor. Boaz lo invita y reúne a diez ancianos a su alrededor, aparentemente para que oficien como testigos del suceso. Boaz presenta la situación ante el redentor: “La porción de campo que era de nuestro hermano Elimélej la vendió Naomí, la misma que acaba de volver del país de Moav…” (3) e informa al redentor “Si tú quieres redimir, redime; mas si no quieres redimir, házmelo presente a mí, para que yo lo sepa; que no hay fuera de ti quien redima, y yo soy después de ti…” (4). El redentor escucha la propuesta de Boaz y manifiesta su voluntad de redimir el campo de Naomí. Sin embargo, en ese momento Boaz le recuerda que “En cualquier día que adquieras el campo de mano de Naomí, también de Ruth, la moavita, mujer del difunto, lo habrás de adquirir, para perpetuar el nombre del difunto sobre su herencia…” (5) Entonces, el redentor se niega a redimir a Rut y de ese modo, de hecho, le concede el privilegio de la redención a Boaz.
La ceremonia de la redención (7-12)
De acuerdo a las reglas del ceremonial vigentes en la época de la Torá, el redentor debe extraer su calzado como símbolo de redención. Boaz se quita su calzado y certifica que los ancianos actúan como testigos del hecho “de que yo he adquirido todo lo que era de Elimelej y todo lo que era de Kilión y Majlón, de mano de Naomí y también a Rut, la moavita, mujer de Majlón, he adquirido, para que sea mi mujer, a fin de perpetuar el nombre del difunto sobre su herencia…” (9-10)
Constitución de la dinastía de David (13-19)
Boaz y Rut se casan y Rut queda embarazada y da a luz un hijo cuya niñera es Naomí “Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: ¡Le ha nacido un hijo a Naomí!, y le dieron el nombre de oved: él fue padre de Ishay, el padre de David…”(17)
El relato de Rut concluye con la descripción del linaje de David: “Perets engendró a Jetsrón, y Jetsrón engendró a Ram, y Ram engendró a Aminadav, y Aminadav engendró a Najshón, y Najshón engendró a Salmá, y Salmón engendró a Boaz, y Boaz engendró a Oved, y Oved engendró a Ishay, e Ishay engendró a David…” (18-22)