Las prendas tienen numerosas funciones positivas: nos diferencian de los animales y nos ayudan a manifestar nuestra personalidad. La misma Torá aprovecha el significado social de las prendas a fin de fijar un trato de respeto y reconocimiento al Cohen Gadol (Sumo Sacerdote) y en especial para Dios y su tarea. No obstante hay que ser cuidadosos con el hecho de que las vestimentas dejen de ser un medio y se transformen en un fin.
¿Para qué necesitamos la ropa? Las vestimentas aparecen por primera vez tras el pecado del jardín de Eden. Adam y Javá descubren su desnudez, y cosen cinturones de laureles. Más adelante, Dios se apiada de ellos, y les entrega túnicas de piel. Dichas prendas estaban destinadas a cubrir la desnudez de Adam y Javá. Desde el momento en que se liberó el instinto, a raíz del pecado, la prenda es necesaria ante todo, para cubrir la desnudez. La prenda distingue entre el animal, que da rienda suelta a su instinto, y la persona, que domina su instinto y lo controla.
Las vestimentas tienen otra función en la sociedad humana: ayudan a definir y simbolizar diferentes estratos en la sociedad. Los obreros tienen su indumentaria, los abogados su atuendo característico, y todos reconocemos de inmediato el aspecto informal de la gente que trabaja en High-tech. Los soldados, los médicos, las enfermeras y los policías visten sus particulares uniformes. Están quienes se preocupan por mostrarse siempre desaliñados y ése también es un claro mensaje social. La vestimenta nos ayuda a transmitir el mensaje que nos interesa. Este mensaje puede ser: “presto servicio en el ejército y cumplo órdenes”, soy una persona seria y ocupada”, soy una enfermera piadosa”, o “soy un bicho raro”. Esta es la función social productiva que desempeñan las prendas. Es importante que sean medios a través de los cuales la persona pueda manifestar su posición en la sociedad y sus aspiraciones sociales.
En la sección de “Tetzave” la Torá aprovecha el significado social de las prendas. En el comienzo de la sección, en el capítulo 28, figura la orden: “Habrás de hacer ropajes sacros para Aharón, tu hermano, para gloria y esplendor” (Capítulo 28, versículo 2). La sección continúa con una detallada descripción de esas prendas del Cohen. Una descripción similar hallamos también en el capítulo 39. El objetivo central de las prendas espectaculares es descripta en el versículo que hemos citado: “para gloria y esplendor”. El Rambá”n sostiene que las prendas del Sacerdocio fueron hechos a semejanza de las prendas de la realeza. La Torá quiere establecer por medio de las prendas, un trato de respeto y reconocimiento para el Cohen Gadol (Sumo Sacerdote), y en especial- para Dios y su tarea. Este es un claro ejemplo del aprovechamiento positivo de las prendas como recurso social.
Pero las prendas, que son un medio, pueden convertirse en un fin. En lugar de expresar valores y sentimientos de las personas, las prendas pueden convertirse en valores propiamente dichos. En una época la gente compraba ropa cuando su ropa vieja estaba muy gastada. Luego, comenzaron a comprar nuevas prendas cuando se hastiaban de la ropa antigua. Actualmente, ellos salen de compras cuando uno decide que sus antiguas prendas ya “no están de moda”. Esta es la instancia en la cual se debe frenar y preguntarse ¿qué es lo que sucede? Las prendas, dijo Thomas Carlyle, nos han convertido en personas; debemos ser cuidadosos de que no nos conviertan en perchas.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj del libro "Perashot" publicado por "Maaliot"