Grandes reyes siempre aspiraron a llegar a Tzor y utilizar sus tesoros naturales. Ashur (Asiria) logró apoderarse de Tzor. ¿Qué ocurrió después de setenta años? ¿Y cuándo serán nuevamente traídos árboles del Líbano para la construcción de la Casa de Dios en Ierushalaim?
Las profecías “Masá” están dirigidas especialmente al orgullo arrogante de gobernantes y reinos. El compendio termina con el orgullo de Tzor, Tiro (con Tzidón ,Sidón), la capital del antiguo comercio mundial, y la capital de la cultura cananea con los rituales sexuales de “Baal y Asherá”-“como el cántico de la prostituta” (16-17).
Tzor estaba situada en una isla, alrededor de un kilómetro y medio de la costa fenicia, y por ello se sentía a salvo de los conquistadores-“Por cuanto se ha ensoberbecido tu corazón (digamos Tzor), y has dicho: "Dios soy yo; en el asiento de Dios estoy sentado, en medio de los mares" (Yejezkel 28,2). Generaciones de conquistadores arrojaron tierra al mar a fin de levantar baterías costeras para detener a Tzor, y sólo Alejandro Magno logró unir a Tzor a la costa”.
Grandes reyes siempre aspiraron a ascender a los montes del Líbano, extraer cedros y cipreses de allí para la construcción de techos rectos y pomposos para los amplios palacios. David y Shlomó (Y Ajav), lo lograron a través de una alianza (desde una posición de fuerza) con los reyes de Tzor (y Tzidón), pero los reyes asirios violaron las defensas naturales y tomaron el control.
Sanjerib (en el año 701 antes de la era común), ya había provocado la huida del rey de Tzidón desde la ciudad Tzor, hacia el “ otro lado del mar” (aparentemente, Chipre) pero su hijo Asarjadón (678 antes de la era común) lo superó, y atrapó “como un pez” al rey de Tzidón, que escapó al “corazón del mar”, lo degolló, y tomó a su esposa y todas sus pertenencias, e incluso construyó “el puerto Asarjadón” en la costa fenicia. Luego, siguió rumbo al sur para conquistar Egipto.
Aproximadamente setenta años después de Asarjadón, Nevujadnetzar, Nabucodonosor ("en los días de un rey"; capítulo 23, versículo 15) ascenderá a Tzor ( Yejezkel, capítulo 29, versículo 18), y después de aproximadamente setenta años más, llegarán los reyes de Persia, detendrán los exilios crueles y se apoderarán tanto de Tzor como de Ierushalaim. Entonces, en la época de Koresh, Ciro y Daryavesh, Darío, traerán de nuevo, a cambio de plata, " madera de cedro del Líbano al mar de Yafo" (Ezrá capítulo 3, versículo 7) para construir la Casa de Dios en Ierushalaim, como la profecía de Yeshaiahu - "Pero su ganancia y su lucro serán consagrados al Señor" (Yeshaiahu capítulo 23, versículo 18).
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