La prohibición de “ante un ciego habrás de poner obstáculo” (Versículo 14) representa un ejemplo de la magnífica vía a través de la cual Jaza”l (nuestros Sabios de Bendita Memoria) desarrollan una instrucción jurídica enfocada para una orientación general y amplia.
El Rabino Samet ya ha argumentado que el versículo “ante un ciego habrás de poner obstáculo” (Versículo 14) lo estudiamos de la Torá Oral en forma espiralada. Su significado acotado es la prohibición de colocar un obstáculo ante una persona que no ve, ya que tal vez puede llegar a caerse y resultar dañado; no obstante, está claro para todos que no hace referencia solamente a un ciego y a un obstáculo, y este versículo tiene un sentido un poco más amplio: no se puede colocar un obstáculo ante todo aquel que no puede lidiar con el mismo por su constitución física.
No obstante, la Torá Oral no se detuvo aquí. Ella amplió la prohibición e hizo referencia no solo a un obstáculo físico sino a obstáculos en niveles más amplios: “…te vino a pedir un consejo-no le des un consejo que no sea conveniente para él; no le digas: sal por la mañana-para que sea asaltado por los bandidos; sale al mediodía-para que se deshidrate; no le digas: vende tu campo y toma un burro, y túte lo terminas llevando. Y si llegaras a decir que le estásdando un buenconsejo, endefinitiva el hecho se relaciona con el sentimiento, como está citado “y temerás de tu D's. Yo soy El Señor” (Safra). También un mal consejo, ya sea que surge a partir de la ignorancia, y más aún cuando es consecuencia del egoísmo sórdido y del intento de engañar al otro-eso es colocar un obstáculo ante el ciego.
Pero tampoco aquí se detuvo la Torá Oral. Ella amplió también el ámbito de la prohibición de engañar al otro en el marco de las transgresiones entre el hombre y Dios: “Rabí Natan dijo: ¿De dónde aprendemos que una persona no le ofrezca una copa de vino a un “Nazir” (consagrado o apartado para Dios) y no le dé un miembro de un animal vivo a los hijos de Noaj? Eso lo aprendemos de: “ante el ciego no pondrás obstáculo” (Tratado de Pesajim 22, carilla 1).
El círculo espiral de esta expansión nos enseña algo profundo sobre la Torá en su conjunto. Ella apega sus conceptos en un punto focalizado (un obstáculo físico ante el ciego), no obstante no se detiene allí. No viene a enseñarnos eso específicamente sino en función de toda la Torá. El formalismo focalizado se desarrolla y crece en el espíritu de la Torá, en el marco de su aspiración de “Consagrados serán”, en el contexto del deber de hacer lo correcto y el bien en general, y de ese modo diseña toda la realidad.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Gentileza del sitio de la Academia Rabínica "Orot Shaul"