La parábola de la mujer prostituta que se relaciona con muchos amantes, deja en claro que el problema en el contacto con muchos dioses es la traición.
El foco de la reprimenda de Hoshea a Israel, gira en torno a la falta de lealtad a Dios. Los reprende por el pecado de la idolatría, pero el foco de la reprimenda no es la equivocación de la idolatría sino la falta de lealtad y la ingratitud hacia Dios.
La parábola de la mujer que ejerce la prostitución engañando a su esposo que le es fiel, que aparece en el Tanaj en general, y en el libro de Hoshea en particular, como una metáfora de la idolatría, puede estar indicando dos modelos de idolatría.
Hay una mujer pervertida que no necesariamente ejerce la prostitución con muchos sino con un solo amante, a quien le es fiel. Por consiguiente, su principal problema es la impureza y el engaño a su marido, y no precisamente con la contingencia y la falta de lealtad con los hombres con los cuales se prostituye.
A diferencia de ella, está la mujer prostituta, cuyo principal foco de fracaso es la falta de conexión con todos, ya que todos la utilizan. En el caso de ella, no se trata solamente de impureza sino también de prostitución.
Lo mismo ocurre en el caso de la idolatría. Se puede dar un abandono de Dios y la adopción de una idolatría permanente, cuyo problema no es la falta de constancia religiosa sino el error y la mentira que haya en ella. La lucha de Yeshaiahu contra la idolatría y la burla que proyecta sobre el idólatra que le rinde honores a una estatua de madera, no está dirigida a la contingencia sino al error de la idolatría.
Además, se da una situación de cambio permanente de nuevos dioses a partir de una falta de lealtad a todos. Se los puede cambiar con facilidad y el impulso de recurrir a un dios a fin de eliminar una amenaza surgida y adorarlo a fin de lograr una solución inmediata, alienta a la persona a dirigirse cada vez a otro dios. El culto no se realiza a partir de un compromiso religioso sino como algo oportunista. Desde esta perspectiva, incluso en la idolatría, el que la ejerce, no revela un apego y mucho menos hacia Dios.
Editado por el equipo del sitio de Tanaj
Gentileza sitio VBM de la Academia Rabínica “Har Etzion”