Noaj, la única persona a la que Dios definió como “Tzadik”, superó diversas pruebas: construye un arca de grandes dimensiones, se ocupa de los animales que estaban con él en el arca durante un año, y se aleja de las relaciones íntimas. En mérito al hecho de haber estado a la altura de las diversas pruebas se convirtió en “Tzadik Yesod Olam”, “El Justo es la base del mundo”
En el contexto de generaciones que se han corrompido y pervertido, se destaca la condición de Tzadik de Noaj, un hombre único y particular en sus generaciones. En sus generaciones-tal como lo indica el texto: se refiere a las muchas generaciones en las que vivió en la previa del diluvio y las diez generaciones que transcurrieron entre Noaj y Abraham.
Noaj es tan particular en el texto bíblico que no sólo el texto lo denomina “Hombre justo, íntegro” sino que Dios mismo le expresa en su segunda revelación: “pues a ti te he visto justo ante Mí en esta generación” (11). Noaj es el primero al que alude el texto bíblico con el vocablo de “halló gracia ante los ojos del Señor”. Y lo importante de este concepto “hallar gracia” reside en el secreto de la profecía a la que pudo acceder.
De hecho, la construcción del arca, cuyas medidas exactas le explicó Dios, y en los preparativos que le fueron ordenados para recibir a todos los animales para ocuparse de su hábitat y alimentación, fue como una gran prueba para Noaj, ya que de hecho le fue ordenado construir una estructura de grandes dimensiones, en momentos en que en el horizonte no se veía señal alguna que anuncie la llegada de la destrucción ni tampoco sabía cuánto tiempo la misma duraría y Noaj estuvo a la altura de esa prueba. Y en tres ocasiones enfatiza el texto bíblico que Noaj hizo todo, exactamente, tal como Dios se lo ordenara. Y aquí el estilo del texto bíblico es similar al del relato de la tarea de Moshé en el Mishkán (Tabernáculo).
A partir de la entrega de Noaj al ocuparse de la atención de los animales en el arca durante un año entero, se percibía una suerte de apego a las cualidades de Dios: “y sus misericordias se extienden sobre todas sus obras” (Tehilim, Salmos, 145, 9) Y así se convirtió Noaj en socio del creador del mundo tanto en el momento de la salvación como en la etapa de reconstrucción: “para hacer vivir simiente sobre la faz de toda la tierra” (3)
También, al apartarse de las relaciones íntimas durante toda la etapa del diluvio y la post-diluviana, tal como fuera insinuado, era una especie de prueba en la que también supo estar a la altura de la misma. Y así se transformó Noaj en un “pilar del mundo”, como el ejemplo del Sabio: “Cuando pase el torbellino, ya no existirá el inicuo, mas el justo es el cimiento del mundo”. (Mishlei, Proverbios, 10,25)-un cimiento fuerte que él y su descendencia vivirán por mucho tiempo.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj, del Tanaj con el comentario "Daat Mikrá", Editorial "Mosad HaRav Kuk", Ierushalaim, libro Bereshit, páginas 240-241