El cántico de Débora es paralelo al cántico del mar, y en él son mencionadas guerras adicionales, porque no es solo un cántico por la victoria sobre Sisrá, sino un cántico que señala el final del proceso de conquista de la tierra.
“Cuando saliste de Seir, Eterno, cuando marchaste por el campo de Edom, La tierra tembló, y los cielos destilaron, Y las nubes gotearon aguas. Los montes temblaron delante del Eterno, así también el Sinaí, delante del Eterno, Dios de Israel.” (Versículos 4-5)
El comentarista Radak (acrónimo de Rabí David Kimhi, 1160-1235-Rabino medieval, comentarista bíblico, filósofo y especialista en gramática) destaca la opinión de Even Ezra, diciendo que los versículos refieren a la salida de Dios a la guerra delante de su pueblo en la guerra contra Sijón y Og y en la conquista de la tierra (y así lo explicaron también Ralbag-Rabí Levi ben Gershon, 1288-1334; Metzudot-Rabí David Altschuler de Praga, 1687-1769; Malbim- Meir Leibush ben Yehiel Michel Wisser, 1809-1879 y otros).
¿Pero cuál es el nexo de la victoria sobre Sisrá con esas guerras?
La respuesta se halla en el lugar del cántico de Débora. Si “sacamos afuera” el cántico, se formará la secuencia del relato conocido:
“Así sometió Dios aquel día a Yabín , rey de Kenaan, ante los hijos de Israel. Y la mano de los hijos de Israel se fue fortaleciendo cada vez más contra Yabín rey de Kenaan, hasta que lo destruyeron” (Capítulo 4, versículos 23-24) “…Y la tierra reposó cuarenta años” (Capítulo 5, versículo 31).
Si el cántico abordara la victoria sobre Sisrá, tendríamos la expectativa de que figurara antes del último versículo del capítulo 4, y tras la victoria sobre Sisrá “en aquel día”. El lugar actual del cántico, tras la derrota de Yabín el rey de Kenaan y antes de las palabras “y la tierra reposó”, da cuenta de que el sitio fue cuidadosamente elegido, y el cántico fue recitado en el contexto de la eliminación del cananeo.
El relato de la victoria sobre Yabín el rey de Kenaan es distinto a los otros relatos de los jueces, debido a que se trata del reino cananeo, el pueblo al que fuimos ordenados a destruir. Por ello le es tan importante al profeta señalar que los hijos de Israel continuaron las guerras también después de la victoria sobre Sisrá. Debemos recordar que el libro comienza con el hecho de que Israel no tomó posesión de numerosas regiones en la tierra, y entre ellas también Taanaj y Meguido, que fueron mencionadas en el cántico de Débora. Pues entonces, se trata de un registro positivo en el libro: los hijos de Israel reparan sus acciones y destruyen el reino cananeo que habita en su seno.
De hecho, desde una mirada histórica sobre todo el período bíblico, resulta que ésta, es la última guerra de Israel contra los cananeos, y de ahora en más, los cananeos no le ocasionarán más problemas a Israel. Entonces, esta es la última guerra en la serie de guerras por la conquista de la tierra, que comenzó con las conquistas de Moshé y Yehoshua. Por lo tanto está claro por qué Débora y Barak mencionan la salida de Dios a las guerras por la conquista de la tierra-¡ya que de hecho este es el cántico que concluye la conquista de la tierra!
El cántico de Débora es también paralelo al cántico del mar, y de ese modo se aclara su significado: el cántico de Débora cierra los hechos de la conquista de la tierra, que se iniciaron con una victoria sobre los egipcios en el Mar de los Juncos, y con el cántico del mar.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica “Har Etzion”