Los profetas asemejaron la relación entre Israel y Dios a la relación entre un hombre y una mujer. Hoshea lo expresa de una manera muy marcada, pero justamente él utiliza el concepto del compromiso y no el de casamiento.
Se trata de dos conceptos que refieren a la relación entre el hombre y la mujer: compromiso y casamiento.
Algunos profetas describieron el vincula entre el pueblo de Israel y Dios como un matrimonio y como su opuesto. Así lo hace Irmiahu en el capítulo 3: “Si un hombre despidiere a su mujer”; y en el capítulo 50 de Yeshaiahu: “¿Dónde está la carta del divorcio de vuestra madre?”, y otros..
El concepto más delicado es el de compromiso, “Irusín”. Están quienes buscaron el origen del vocablo en la enseñanza árabe acerca de otorgar un precio y su valor a un objeto, y de allí la palabra “Aris”, “Arisut”, en el lenguaje de la Mishná. Y otros explicaron el vocablo
“Irusín” en un sentido de atado y prohibido, y de aquí se infiere el vocablo “Arusá” en el sentido de una cadena, como lo refleja la enseñanza del Talmud. Y hay otros, que señalaron la asociación con la expresión de los labios, con el habla, “¿Qué haremos por ella (nuestra hermana) en el día que se hable de ella? (para desposarla). Estas palabras son el compromiso, y en efecto, en el compromiso hay sólo palabra, las palabras de la consagración del novio a su comprometida.
La profunda relación entre Dios e Israel, aun si se enfatiza con la parábola de la vida familiar, refleja el lado más delicado y noble de ella, el nivel del compromiso. Y tal vez, precisamente Hoshea, que en sus conceptos hay muchas personificaciones, el hecho de atribuirle a Dios cualidades humanas, fue muy cuidadoso de describir la renovación del pacto entre Israel y Dios desde la concepción del compromiso, esta es la delicada concepción del mundo de la intimidad. Y es reiterada tres veces seguidas para enfatizar y fortalecer: te desposaré conmigo en justicia…También te desposaré conmigo en fidelidad.
Es posible que este refinamiento del concepto de aproximación al Creador del mundo es el que generó que estos versículos fueran establecidos como parte de la plegaria matutina de la persona al colocarse los Tefilín, las Filacterias. Los Tefilín elevan a la persona al grado del esplendor, el nivel del compromiso es como “el novio, a la manera de sacerdote, que se viste espléndidamente”, y en el momento en el que entrelazamos tres veces la correa de los Tefilín de mano sobre el dedo anular, pronunciamos los versículos de Hoshea: “Te desposaré”, como si quisiéramos enfatizar que en la colocación de los Tefilin-como un símbolo de lealtad del pueblo a su Dios-ya se insinúa algo de la renovación del pacto entre Dios e Israel.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj, extraído de las clases del Rabino Hadari “Pirkei Haiom baTanaj”, que fueron emitidas por “Kol Israel”, la radio oficial de Israel.