La impresión que tenemos a partir de la apariencia externa de Eliahu, que no es la de uno más del asentamiento- Un varón con vestido de pelo y que traía un cinto de cuero ceñido a sus lomos y vestía un manto. ¿Qué significa esto?
La apariencia de Eliahu es sumamente curiosa. Encontramos dos referencias a ello, en los capítulos previos a su partida. La comitiva del rey Ajaziahu lo describe como “Un varón con vestido de pelo y que traía un cinto de cuero ceñido a sus lomos” (versículo 8). Se trata de una descripción que recuerda a un nazareno con el cabello largo y un cinturón de cuero grueso. Aparentemente, dicho cinturón se destacaba, si optaron por mencionarlo al describir su apariencia.
También en la descripción de su partida del mundo y su despedida de su discípulo Elishá (versículo 2) es mencionado que se le cae un manto, que es una especie de capa, aleteando en el viento, hecho que evoca la forma en la cual Eliahu ascendió al cielo a partir de una tormenta.
¿Acaso hay una línea de conexión entre esas descripciones, que refleje el carácter del profeta Eliahu?
Parece que puede decirse que ambas descripciones hacen referencia a una persona con una gran conmoción espiritual interna. No se trata de un hombre común involucrado con las otras criaturas-es capaz de vivir en el desierto, recibir su alimento de los cuervos y beber agua del manantial. Tiene la capacidad de decretar el cese de toda fuente de agua por un tiempo prolongado, sin considerar, en absoluto, las necesidades físicas del pueblo de Israel. Y ello, porque han abandonado la senda de Dios.
Hay un profeta de otro tipo, cuya vestimenta también es descrita en los versículos y se trata de Shmuel que es descrito como alguien que viste un saco (Shmuel I, capítulo 28, versículo 14). Un saco, en su esencia, difiere de un manto. Mientras que el manto es una capa abierta que se agita al viento viento por todo lados y simboliza un estado anímico que estalla y se apodera de su entorno, por su parte, el saco es una prenda con límites, una prenda cerrada que refleja un estado de ánimo receptivo, atento y contenedor.
Eliahu era del estilo de profetas muy apegados a Dios y por ende, no comulgaba con las debilidades humanas y la falta de acatamiento de la orden Divina. Por el otro lado, estaba Shmuel que se brindaba enteramente por el pueblo de Israel e incluso los ayudaba en la guerra contra sus enemigos.