Por medio de los mandamientos similares a los preceptos de los Cohanim (Sacerdotes), Moshé le manifiesta al pueblo que ellos también son consagrados, y en algunos sentidos, ellos son realmente como Cohanim.
A lo largo de todo el capítulo, hay mandamientos para el pueblo de Israel que recuerdan preceptos que fueron particularmente transmitidos a los Cohanim en el libro Vaikrá.
Dos ejemplos destacados de ello son la prohibición que figura en el inicio de nuestro capítulo-“No habrán de rasgarse ni habrán de hacer tonsura por sobre vuestros ojos, por un muerto (no se rapen la cabeza en señal de duelo)” (Versículo 1), similar al que fuera transmitido a los Cohanim: “No se mesarán los cabellos de su cabeza…y su carne no rasgarán con incisiones” (Vaikrá capítulo 21, versículo 5) y también la prohibición de consumir carne de un animal muerto sin faena rirual (Versículo 21) algo que ya le había sido prohibido a los Cohanim (Vaikrá capítulo 22, versículo 8)
Fuera de estos dos preceptos, hay otros mandamientos en los que existe un nexo, incluso si es menos destacado, con los preceptos de los Cohanim: el deber del Maaser (Diezmo) que será consumido por los que traen los sacrificios en el Beit Hamikdash (Gran Templo)-en el lugar que elegirá Dios, como los Cohanim; el precepto de “abandonar” sus bienes (o por lo menos, parte de los mismos) por un breve lapso de tiempo, y sentirse carente de tierra como el Leví, el extranjero o el Cohen.
En estos mandamientos puede verse un intento de provocar que el pueblo de Israel, se asemeje, aunque sea levemente, a los Cohanim.
Me parece que esta semejanza viene a concederle al pueblo de Israel, que se halla en la antesala del ingreso a la tierra, la comprensión de que “Hijos son ustedes para Adonai, vuestro Dios…ya que pueblo consagrado eres tú para Adonai, tu Dios, y a ti te ha elegido Adonai, para ser para Él pueblo peculiar, entre todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra” (Versículos 1-2). Este es un punto importante, porque los libros del desierto-“Bamidbar” y “Vaikrá”, abordan mucho la temática de los Cohanim y su consagración, y se genera una sensación generalizada de que solamente los Cohanim son consagrados, y sólo ellos son importantes.
En la víspera del ingreso a la tierra, Moshé le manifiesta al pueblo que también ellos son consagrados, y en algunos sentidos, ellos son realmente como Cohanim.
Los referentes que escriben en esta sección son miembros de la organización "Najat"-"Noar Jovev Tanaj" ("Juventud amante del Tanaj"), sede del estudio del Tanaj para los jóvenes.