Una concepción religiosa fallida

Una concepción religiosa fallida

Las concepciones religiosas de los judíos y los pelishtim (filisteos) citadas en los capítulos siguientes, son similares. Y son lo que aparentemente derrotó a Israel en la batalla contra los pelishtim.

 

El cálculo religioso con los enemigos de Israel, Dios lo llevará a cabo tras las terribles victorias de Pleshet (como las de Ashur (Asiria), Bavel (Babilonia) y Roma). El arca del Señor (Versículos 1-2), tal como es denominado ahora por los pelishtim, y también “el arca del Dios de Israel” (Versículos 7-8), golpeará en los Santuarios de Pleshet, y ellos junto a sus ídolos pagarán un alto precio por su orgullo y por su interpretación “religiosa” (“los nuestros son más fuertes”). Pero esto le será al pueblo tan útil como el mosquito que picoteó y creció en el cerebro de Tito (según el relato en la Guemará, Guitín 56b) y como el suicidio del opresor en un bunker de Berlín.

Para nosotros siempre fue demasiado tarde. Si hubiéramos podido frenar la corrupción de los hijos de Elí, y evitar la salida del arca de Shiló, y los santuarios de Pleshet se hubieran quedado en su miserable idolatría (y Roma,”sin el arco de Tito”). La venganza de Dios contra  sus enemigos sin nosotros, y después de nuestra destrucción, está lejos de terminar.

En el capítulo siguiente (Capítulo 6, versículo 19-20) leeremos cómo el arca provocó la trágica epidemia de Pleshet también en Beit Shemesh sobre el límite con Iehudá, en el momento en que lo transformaron en un “Santuario fronterizo”, que tiene como fin señalar “el límite santificado de Dios”. También aquí son muy similares las concepciones “religiosas” de judíos y de pelishtim-“si sube por el camino de su territorio a Bet-Shemesh, entonces Él nos ha hecho este gran mal” (Capítulo 6, versículo 9; a diferencia del versículo 20). La referencia al “arca de Dios” como a uno de los “dioses” filisteos, que tiene (supuestamente) un ámbito territorial “sagrado”, es en sí mismo la profanación de lo sacro.

 

Resulta difícil elaborar esto, pero en dos ocasiones mostró la profecía israelí su infinita grandeza moral en contraste con las creencias “religiosas” que pululan-tanto en Even Haezer como en Beit Shemesh fracasó la “religiosidad” y provocó el fracaso del pueblo de Israel.

El servicio a Dios es un enorme privilegio que Dios nos ha concedido-en la medida que seamos dignos.


Gentileza del sitio 929

 

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