El cántico en los versículos 4-12 describe la singularidad de la mujer a los ojos de su amado.
En los versículos 4-10, el amado elogia a su mujer
En los versículos 11-12 su mujer le responde
Como lo viéramos en el capítulo 4, la alabanza del amado es larga, y la respuesta de la mujer es corta.
Parte de los elogios de la mujer que son emitidos aquí por el amado, ya fueron expresados en el capítulo 4, pero resulta que la temática de este cantico en general es diferente al tema del otro cantico.
Ese cántico fue pronunciado en el momento del ingreso al palio nupcial, mientras que éste-resulta que fue dicho tras concluir los días de alegría del casamiento. El amado alaba a su esposa, que es una y no hay ninguna igual. Es para el como una reina y él está feliz con ella más que el rey con sus numerosas mujeres. Por ello, comenzó por Tirtza y Ierushalaim, las ciudades reales, y concluyó diciendo: “Las reinas y las concubinas la alabaron” (Versículo 9). Y ella también le responde a su amado con palabras similares y lo elogia diciendo que es el generoso (el rey) y ella como su carro.
Y acorde a la parábola, todo o expresado en este cantico son conceptos de alabanza manifestados por Dios en alusión a la congregación de Israel, que no existe entre todas las naciones, una “tan hermosa como ella”…” Única es mi paloma, mi perfecta”.
“El huerto de nueces”-es un sinónimo del Beit Hamikdash
“Antes de que me diera cuenta, mi alma me había llevado…”-esto lo dice la congregación de Israel, a modo de queja por no haberse cuidado de no caer en el pecado y provocó su sometimiento al yugo de otros pueblos.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj, extraído del Tanaj con el comentario de Daat Mikrá, ediciones Mosad Harav Kuk, Ierushalaim, libro Shir Hashirim, síntesis del capítulo 6